Entre las personas que se han ido al extranjero a aprender inglés hay multitud de relatos que van desde lo más idílico hasta las pesadillas más propias de películas de terror. La protagonista de nuestra siguiente historia se enmarca en estas últimas y el vídeo en el que lo cuenta se ha hecho viral en las redes sociales. Vivir en un kebab, que se cuelen las gallinas en la ducha, encontrarse un cadáver y asistir un parto están entre los ingredientes de la rocambolesca (y traumática) historia de esta joven vasca.
Naiara Ruiz suspendió inglés en 2016 y sus padres la enviaron a Londres a través de una agencia sin saber que le iba a tocar una casa de lo más peculiar. "Spoiler: no aprendí nada", dice antes de meterse de lleno en el relato de una familia que ni siquiera mostró interés en conocerla antes del viaje ni en ir a buscarla al lugar acordado. Después de tener que coger un taxi, llegó a la dirección que le dieron para descubrir que "mi casa era un kebab, iba a vivir el verano en el almacén de un kebab".
Los padres ni siquiera sabían que llegaba ese día y se encontró con que vivían también dos chicas danesas y una italiana con las que tendría que compartir habitación. A ellas había que sumarles cuatro hijos de la familia y una abuela que, como anticipó, falleció durante su estancia. Un solo baño para todos y gallinas que se colaban por la casa con total impunidad. "Aprender inglés nada, pero madurar, maduré", ironiza la joven, reconociendo además que había engordado 20 kilos:
Viendo el éxito del primero, la joven compartió un segundo vídeo en el que ahonda en la historia de la chica embarazada. Era la novia de uno de los hijos de la familia que, con unos 16 años, tenía ya un hijo y estaba a punto de tener el segundo en casa. Relata Naiara que ayudó a preparar lo que iba a ser el paritorio casero, pero se escaqueó en cuanto pudo:
En una tercera historia, Naiara cumple su promesa y cuenta el momento en el que se encontró a la abuela muerta. Ocurrió en el aseo y la joven pensó que estaba tomando un baño y la mujer se había quedado dormida:
También en esta ocasión puso pies en polvorosa aunque no se libró de dar explicaciones en inglés como pudo. Seguro que también fue "too much".