Aunque el SIDA ya no es la enfermedad temida, desconocida y mortal que era a principios de los noventa gracias a la ciencia, que cada año se celebre su día mundial el 1 de diciembre sirve para seguir visibilizando el camino andado y el que queda todavía por recorrer, sobre todo en entornos vulnerables. Aquella España de hace 30 años llegó a echar a una niña portadora del VIH de un centro de enseñanza y la serie Farmacia de Guardia contó su historia para tratar de concienciar con una emotiva escena que ha vuelto a hacerse viral.
La mítica serie de Antonio Mercero se emitió en Antena 3 entre 1991 y 1995, grabándose en el imaginario colectivo de todo el país por su mezcla de temas, humor y enseñanzas. En este capítulo que nos ocupa, fechado en el año 92, la farmacéutica Lourdes (Concha Cuetos) y su auxiliar en aquel momento, Reyes (África Gozalbes), recibían a un par de clientas que llegaban con sus niñas en horario escolar. Explicaban que se habían negado a dejarlas en el colegio porque una niña nueva llamada Montse tenía SIDA.
El desconocimiento de esas madres, rechazando a la pequeña por miedo a que contagiase a sus hijas porque "los niños son muy guarros y se pasan babas" o "se hacen sangre jugando", era en aquel momento el de un gran porcentaje de la sociedad. La farmacéutica intentaba explicarles que "no se contagia así como así", pero ellas insistían: "Yo no digo que la niña tenga la culpa, pero que la lleven a algún sitio especial en el que no sea un peligro".
Un caso real
Entonces, la puerta de la farmacia se abre y aparece Montse junto a una mujer adulta, mientras una niña pregunta a su madre que "si le da un beso me puedo morir". Tras el comentario hiriente, Reyes se acerca a ella para cogerla en brazos, sentándola en el mostrador mientras le da un beso. "De verdad, qué tonterías dicen estos niños", le dice, al tiempo que continúa preguntándole cosas a la niña y haciéndole carantoñas ante la mirada emocionada de Lourdes:
Si ya de por sí la escena es emocionante y nos deja con la lágrima en el ojo, saber que Montse no es una actriz, sino que era una niña malagueña con VIH que estaba siendo atacada, lo hace todavía más duro. La pequeña Montserrat Sierra se había contagiado con una jeringuilla de su madre, toxicómana, motivo por el que ésta ingresó en la cárcel y quedó al cuidado de su tía. Sin embargo, lejos de mostrar empatía, el entorno escolar la aisló y dejó que fuera sola al colegio.
Vacío y críticas de las familias presionaron para que Montse abandonase el centro Pintor Denis Belgrano y lo consiguieron. Dos años después de que apareciera en Farmacia de Guardia intentó volver a escolarizarse, pero no lo consiguió y tuvo que seguir con sus clases en casa y cambios de colegio hasta que intervino el Defensor del Pueblo. El tuitero y divulgador Farmacia Enfurecida ha recordado este año el vídeo, que suele hacerse viral por estas fechas y propiciar los aplausos en la red social:
Montse pudo acabar su formación y las últimas noticias apuntan a que ha sido madre de una niña sana, pero no quiere aparecer en los medios para dejar su traumática infancia atrás.