Una parte de la Iglesia Católica le ha dado un giro inesperado a los tradicionales calendarios de mujeres bellas para adaptarlos a su realidad y presentarnos a 12 curas sexis que están dando mucho juego en Twitter. La mejor amiga de una tuitera se lo ha traído de su viaje a Italia y ha querido mostrárselo al mundo, consiguiendo más de 50.000 reacciones y cientos de comentarios de todo tipo, entre ellos algunos que han destripado el truco del ya famoso souvenir.
Y es que este calendario no es ninguna novedad para los que hayan viajado a Roma, puesto que es uno de los más vendidos y se imprime desde el 2003, cuando salió el primer ejemplar fechado para el año 2004 con las fotografías de 12 apuestos sacerdotes con vestimentas religiosas. El fotógrafo responsable de la publicación, Piero Pazzi, asegura que son curas de verdad los que ilustran este almanaque del que se imprimen unas 75.000 copias anuales.
Pazzi no solo los vende en los kioskos de prensa y las tiendas de recuerdos del Vaticano, sino que los distribuye a todo el mundo desde su página web, anunciando que es "el souvenir más característico de la Ciudad Eterna" y cobrando por ellos 10 euros más los gastos de envío. Su nombre oficial es Calendario Romano y proporciona además información "para el turista que visita Roma, dando nociones generales y desconocidas".
"Es el mismo"
Esa es una de las misiones de la publicación; sin embargo, el calendario de los "curas sexis", como ya lo han apodado en Twitter, parece interesar más por los hombres guapos que salen en las imágenes que por la información que se detalle en él:
Las reacciones que ha provocado el tuit son de lo más variadas. Los comentarios que destacan la belleza de los protagonistas, los que recuerdan a otros famosos "curas sexis" como el de Fleabag y los que han destapado algo que quizás no todo el mundo sabía sobre el calendario: las fotografías siguen siendo las mismas desde que se editó la primera vez.
De hecho, el muchacho que sale en el mes de marzo ya denunció en 2008 que esa fotografía se la habían hecho sin su consentimiento. Se trata del sevillano David Ruíz Suárez, que entonces tenía 21 años y participaba en una procesión, pero no es sacerdote: "Claro que no soy cura, evidentemente, se han confundido al verme vestido con una túnica", criticaba el joven, indignado con que Pazzi hubiese robado la fotografía para lucrarse.