Cuando se exhiben símbolos de la dictadura con total impunidad en España, los demócratas se echan las manos a la cabeza y suelen mirar de reojo a Alemania, donde su pasado nazi se observa únicamente en lugares de memoria y se pena todo tipo de exaltación relacionada con el régimen de Adolf Hitler. En cambio, en nuestro país pueden salir los nazis a la calle a manifestarse el 12 de octubre sin que nada ocurra y también pueden venderse tazas con la cara de Franco con normalidad.
El polémico hallazgo lo ha hecho un tuitero que se hace llamar Formício (@AndrezejSapkow1), señalando al establecimiento ubicado en una céntrica calle de Oviedo. No obstante, no es este el único lugar en el que se usa el franquismo como un reclamo. En la memoria de todos está Casa Pepe, el local hostelero situado en Despeñaperros, pero también el bar de Usera que regenta un chino fanático de Franco e incluso el Asador Guadalmina de Marbella, otro templo rojigualda.
En este caso, el tuitero ha citado a Policía, Guardia Civil y Ayuntamiento de Oviedo para que "obren democráticamente y hagan su trabajo", observando que "no me imagino ninguna ciudad de Alemania con tazas alabando a Hitler o a los nazis". Considera "deleznable" que se puedan comprar allí tazas con la cara del dictador y la bandera preconstitucionalista del águila, citando un artículo de la Ley de Memoria Democrática:
En concreto, el que recoge los elementos "contrarios a la memoria democrática estén ubicados en edificios de carácter privado, pero con proyección a un espacio o uso público, las personas o propietarias de los mismos deberán retirarlos o eliminarlos". Entre las reacciones que ha propiciado el tuit de denuncia ―no diremos que sorprende pero sí que resulta llamativo― decenas de tuiteros han salido en defensa del dueño de la tienda e incluso hayan asegurado que irían a comprar las tazas franquistas. Otros, se han mostrado indignados:
Un tuitero que dice ser el dueño del establecimiento también ha dejado un comentario presentándose y preguntando "qué pasa" por tener ese merchandising franquista a la venta. Quizás no se haya leído todavía la ley.