A Ramón Espinar le gustaría que más de uno imitase lo que él hizo en enero del 2019, cuando dejó su cargo de secretario general de Podemos Madrid y dimitió como senador y diputado regional. Así se ha desprendido del duro análisis que ha hecho el madrileño después de conocerse los resultados de las elecciones andaluzas y constatarse que Por Andalucía, la coalición en la que está integrada la formación morada, ha bajado hasta los 5 escaños.
Espinar no ha tenido pelos en la lengua en los últimos tiempos para hablar con franqueza de su antiguo partido. De hecho, cuando se cumplieron 10 años desde el Movimiento 15-M, en el que participó fraguando después a Podemos, hablaba con claridad en esta entrevista con EL ESPAÑOL. En ella, admitió el fracaso de la formación y asumió la responsabilidad que le toca: "Yo soy parte de la decepción, no me puedo desligar", reconocía, asumiendo la ruptura con Carmena y Errejón.
En aquella charla, Espinar también sostenía que "Podemos esta comodísimamente instalado a la izquierda del PSOE" y consideraba que "es terrible porque ha matado las posibilidades de ser más grande que el PSOE", criticando que el partido haya renunciado a un espacio que le ha ganado ya Más Madrid o el BNG, en el caso de Galicia, y continúe la senda de "entronizar" a sus líderes, como ha ocurrido con Ione Belarra.
Tirón de orejas a Por Andalucía
Teniendo que cuenta que la fórmula de Podemos se ha dejado en estos 4 años 12 escaños ―dos de ellos se los ha llevado Teresa Rodríguez― y más de 300.000 votos, Ramón Espinar se ha preguntado en Twitter "¿cuántas noches electorales hay que salir con cara de circunstancias? ¿Cuántas derrotas, pollos y cagadas son necesarias para que una dirección política que ha desguazado un espacio deje de pensar en vivir de esto otros 10 años y deje paso a otra gente a ver si lo hace mejor?".
Espinar ha señalado a una generación de IU "que ya gobernó con el PSOE, se recicló, destrozó el espacio UP" y a una de Podemos "que después de ganar Vistalegre 2 y masacrar a los que perdieron y a los que ganamos con ellos, está enterrando el proyecto". También se ha fijado en Errejón y Yolanda Díaz que, dice, "no parten el bacalao", y en que Por Andalucía "iban juntísimos para echar a la Tere de Podemos y quitarle espacio político":
Ha concluido Espinar que "la lógica del partido purificado no tiene fin: los aliados de hoy son los enemigos mañana hasta que solo quede uno o una" y ha pronosticado que "el Frente Amplio es un ambiente fabuloso para echarse la culpa unos a otros y no asumir responsabilidades jamás. Ya no hay más objetivo que seguir, mantener escaños y presupuestos, equipos y poder. Esa es la lógica a revertir si Yolanda quiere tener chances".
En esta misma línea, poco después, Ramón Espinar ha compartido una imagen de la rueda de prensa de Inmaculada Nieto apuntando que "las comparecencias de la izquierda andaluza son para pegarse un tiro en la aorta: que si hemos parado a Vox, que si el PSOE encabeza encuestas y la foto" y aconsejando, de paso, "rumbo, horizonte, proyecto político para un mundo que no los tiene. Transformar. Y un poquito de alegría, carajo".
Ya este lunes, con un poco más de reposo, Ramón Espinar ha seguido analizando los resultados y poniendo encima de la mesa que "la unidad de la izquierda fue una estrategia que y apoyé en 2016" y que "salió regular", pero "hoy decir que ha ido mal es cuestionar la unidad". Ha recordado que "una cosa sanísima" de los primeros tiempos de Podemos "es que había desterrado una cultura política que era más dogmática que la religión".
"Eso ha vuelto, hoy unidad como si animas al Betis", ha lamentado, cuestionando la unión de fuerzas políticas: "el Frente (no tan) Amplio no es una comunicad política, es una UTE. También es verdad que hemos vuelto a los dogmas de antes del 15M al tiempo que ayer veíamos las mismas caras (acon algo de relevo generacional) que veíamos en IU antes del 15M".
No se puede negar que Ramón Espinar no sea claro a la hora de analizar lo que sucede con las aspiraciones de sus excompañeros de filas.