"Comparte si eres fan de las patatas o si te sientes encerrado en una espiral de tristeza y ansiedad derivada de una desmotivación general por una falta total de expectativas sobre tu futuro". Este es el mensaje con el que Burger King ha indignado a miles de personas en Twitter. Lo han publicado el pasado 3 de noviembre acompañado a una fotografía de un montón de patatas y cerca de 10.000 personas han reaccionado al tuit.
De un tiempo a esta parte se vive en las redes sociales una especie de competición entre los community managers de grandes empresas por ver quién es el que publica la chorrada más grande y es capaz de conseguir con ello el suficiente alcance como para que media España se entere de que al timón de las cuentas de esa marca está un graciosillo. Esta vez no ha sido una excepción, lo que pasa es que su chiste se ha encontrado con un muro importante.
Lo que seguramente pretendía ser un inocente tuit más para catapultarse a lo alto del podio de la competición que hemos mencionado antes y que, no hay que olvidar, se monetiza por cada tuitero al que de repente —como por arte de magia— le apetecen unas patatas del Burger King, se convirtió en un arma arrojadiza que han blandido desde antiguos empleados de la cadena de comida rápido hasta Íñigo Errrejón, diputado y líder de Más País:
Y es que no solamente las condiciones laborales del personal de Burger King entran en juego cuando se habla de "falta de expectativas para el futuro" o de "una espiral de tristeza y ansiedad", sino que también la propia comida rápida se ha demostrado que está detrás de procesos depresivos. De hecho, desde la Fundación Española del Corazón advierten de que "no solo influye en la obesidad y los niveles de colesterol".
Hacen mención a un estudio que se ha hecho en las universidades de Las Palmas de Gran Canaria y Navarra, publicado en Public Health Nutrition. Los investigadores concluyeron que la fast food puede afectar a la salud mental y propiciar un mayor riesgo de depresión después de analizar la respuesta de los 8.964 participantes.