Los que han sido pequeños pícaros en el tiempo de los teléfonos fijos, cuando los móviles todavía no los habían relegado prácticamente a los museos, se acordarán de uno de los divertimentos de moda: llamar a números desconocidos para gastar una broma. Fue antes de que Telefónica prestase el servicio de reconocimiento de llamada, cuando al otro lado del hilo estabas igual de escondido que detrás de un perfil falso de Twitter, y molestar al prójimo —vía guía telefónica o mero azar— aseguraba unas risas.
Esa práctica fue llevada a la pequeña pantalla magistralmente en Los Simpson, cuando Bart llamaba insistentemente al bar de Moe preguntando por parroquianos con nombres compuestos que, aunque separando nombre y apellido parecían señas reales, una vez que se pronunciaban juntas provocaban las risas de la clientela y el enfado monumental del tabernero, frustrado por haber quedado de nuevo en ridículo.
Esas mofas, aunque parezcan lejanas, continúan dando juego en las redes sociales. Si hace algunos meses sabíamos del troleo de unos estudiantes a la Universidad de Salamanca en un evento online donde cobraron protagonismo Rosa Melano y Elber Galarga, en esta ocasión los que han picado han sido Carlos de Andrés y Perico Delgado, responsables de la retransmisión del Tour de Francia para Televisión Española.
Miren Amiano y Kepa Jamecho
Los graciosillos se han valido de la posibilidad de enviar sus preguntas a través de Twitter utilizando un hashtag concreto y los comentaristas han caído en la trampa en pleno directo en la televisión pública. Además, aquellos que no hayan captado el chascarillo en la retransmisión se han podido enterar de ello a través de la red social, donde un tuitero ha dado fe de lo que había pasado:
Y otros, a su vez, han hecho el trabajo de investigación rescatando los vídeos del momento, que ya han trascendido casi más que el propio Tour. Aquí la pregunta de Kepa Jamecho, un nombre del que incluso De Andrés parece que duda al pronunciar:
A Perico le tocó, por su parte, lidiar con Miren Amiano y no parece que haya caído en la cuenta de que le estaban vacilando:
Y es que, a veces, el humor más simple es el que más carcajadas provoca:
Y la verdad es que sí, en ocasiones somos peores los adultos que los niños.