El lenguaje inclusivo, lejos de cumplir con su función integradora y no excluyente, se ha acabado convirtiendo en un arma arrojadiza y, a veces, en una suerte de discursos ininteligibles, como el de la ministra de Igualdad, Irene Montero, en plena campaña electoral durante los días previos a las elecciones madrileñas. La de Unidas Podemos dio la campanada empleando términos como "niñe", "hije" o "todes", palabra habiatuales para muchos, pero sorprendentes para la mayoría.
El ejército reaccionario se le echó entonces encima porque a ver qué eran esas palabras que la Real Academia Española ni siquiera reconocía. No en vano, la RAE ya ha dejado claro en varias ocasiones que no está por la labor de romper una lanza a favor de la terminología inclusiva teniendo un género neutro establecido que, por si hay algún despistado, es la fórmula en masculino plural.
En cuanto a lo de terminar las palabras con la letra e para que hombres, mujeres y personas no binarias se sientan incluidas, la RAE insiste en que su uso "como supuesta marca de género inclusivo es ajeno a la morfología del español, además de innecesario, pues el masculino gramatical ('chicos') ya cumple esa función como término no marcado de la oposición de género", contestaban a una usuaria de Twitter que preguntaba bajo el hashtag #dudaRAE.
La solución a tus problemas
Lo que podría haber tomado en consideración la RAE sin que fuese en contrar de sus valores es que la riqueza del lenguaje español es tanta que con tal de variar ciertas formulaciones estaríamos incluyendo a todo el mundo al hablar sin usar ese "todes" que tanto les chirría. La traductora especializada en feminismo y traducción queer, Herminia Páez Prado, así lo ha demostrado en un hilo que se ha hecho viral en Twitter por su gran utilidad:
Y es que ha venido a demostrar que, con un poco de consideración, es posible que podamos dirigirnos a todas las personas sin excluir a nadie:
De hecho, ha recordado que "el papel de un diccionario es recoger los usos del lenguaje para que quien no los entienda tenga dónde buscar", pero que "a cómo habla cada quién no se le puede poner puertas":
No se ha olvidado de citar fuentes para ampliar información e, incluso, tomar más consejos para que la inclusividad pase también por la accesibilidad de las personas con discapacidad visual:
La acogida al hilo de Herminia no ha podido ser mejor en Twitter:
Y es que, aunque algunos se empeñen en lanzar anclas para permanecer inmóviles, son otros muchos los que empujan desde abajo para que algo se mueva.