¿Cuándo fue el gran estallido? ¿Dónde estamos antes de nacer? ¿Dónde está el eslabón perdido? ¿Dónde vamos después de morir? ¿Cómo es que Mariló Montero sigue en televisión después de sus múltiples pifias? Las preguntas sobre los grandes misterios de la humanidad nos asolan un día más después de visualizar la enésima metedura de pata de la periodista que ahora ejerce en Canal Sur tras un polémico paso por Televisión Española.
Si en la pública sus meteduras de pata eran épicas al frente del programa de la mañana, qué no será capaz de hacer ante de las cámaras del informativo de la noche de la cadena autonómica andaluza. Una pregunta que esta vez sí tiene respuesta. El pasado mes de octubre ya se había convertido en objeto de mofa por su baile de cifras hablando de los contagiados en la provincia de Sevilla y ahora ha vuelto a la carga con el número de pensionistas fallecidos por Covid.
Montero se disponía a hablar sobre el aumento de decesos de personas mayores por causa del virus durante 2020 en nuestro país y ya el arranque prometía: "Y por primera vez en la historia ha bajado el número de jubilados en España". Una vez aclarado qué era lo que estaba detrás del triste hito, la periodista continuó explicando que "478.000 pensionistas murieron por Covid el año pasado", una cifra descomunal que nada tiene que ver con la que ha facilitado en INE:
Según los datos oficiales del Gobierno, en nuestro país fallecieron 56.799 personas en 2020. El INE, en cambio, aumentaba la cifra confirmando que entre enero y marzo del pasado año murieron un 23,5% más de personas con respecto a 2019, y que entre marzo y diciembre hubo un exceso de mortalidad de 80.202 personas. Así que los datos que aportaba Montero, en todo caso, no eran correctos ni se rectificaron en el resto del informativo.
El fragmento de la enésima equivocación de Montero no tardó en llegar a Twitter y cosechar un sinfín de burlas y críticas hasta el punto de que su nombre figuró durante horas en la lista de tendencias de la red social por la gran cantidad de comentarios que ha suscitado. Eso sí, nadie parecía demasiado sorprendido:
Y es que nadie está libre de equivocación, pero tirando de refranero español: "rectificar es de sabios".