Cientos de miles de enfermeras en nuestro país trabajan en una suerte de empresa de trabajo temporal pública, sin apenas derechos laborales. Esa ETT de grandes dimensiones y tentáculos que se extienden por toda España son los sistemas de salud de cada comunidad. La eventualidad se ha instalado en ellos y es un clásico para aquellas que quieran ejercer en la Sanidad Pública y se presentan sistemáticamente a las oposiciones con el objetivo de lograr la tan ansiada plaza fija.
Hasta entonces, si es que consiguen su meta, su camino es estremecedor y repleto de precariedad. Sin derecho a vacaciones y a bajas o permisos de maternidad, sumando cientos de contratos como le ocurrió a Alba, que encadenó la friolera de 400 en nueve años. En permanente tensión, pendientes del móvil, sin poder desplazarse muy lejos de casa por miedo a que las llamen con el poco margen habitual, no puedan llegar a tiempo y las penalicen.
Sin poder hacer planes, sin poder comprarse o alquilar algunos pisos por la inestiabilidad de sus contratos. El estrés al que están sometidas, sumado al cambio constante de tarea y emplazamiento, son algunos de los motivos por los que varios colectivos de enfermeras eventuales se han organizado para visibilizar sus reivindicaciones que, por si se nos olvida, como usuarios de los sistemas públicos de salud también son las nuestras.
"¿Ya te estás quejando?"
Sin embargo, parece que nos hemos acostumbrado a ver las protestas por la calle o la televisión sin preocuparnos lo más mínimo sus motivos si no nos incumben directamente, si no es a nosotros a quien les rasca el bolsillo. Por eso, el hilo que ha hilvanado en Twitter Juan R. Fenicio está teniendo una acogida tan espectacular. Y es que ha contado la historia de Antonio, que podría ser la de cientos de enfermeras de España, pero dándole una vuelta:
Una vez conocidos los pormenores del día a día del pobre Antonio, el narrador da algunas pinceladas más sobre su situación para desvelar después que es enfermero:
Más de 5.000 retuits y otras tantas reacciones avalan la historia, que ha desencadenado comentarios como estos: