TripAdvisor aglutina opiniones de viajeros de todo el mundo que, se presupone, han pasado por los lugares o los establecimientos a los que puntúan. Con esas valoraciones, la web otorga anualmente los Traveller’s Choice para premiar a los mejores. En esta ocasión, hemos puesto en el punto de mira a los diez restaurantes considerados de lujo que cuentan con las opiniones más positivas de los usuarios.
Como todavía no se han fallado los galardones este 2019, hemos tomado como referencia el listado del pasado año. Sin embargo, no queremos destacar en esta ocasión las bondades de cada uno de ellos, sino poner la lupa en aquellas cosas (a menudo, surrealistas) que a sus clientes les han animado a calificar su experiencia en ellos como "pésima", la peor nota que podemos dar en la plataforma.
En su mayoría, las críticas están fundamentadas en la dificultad de encontrar mesa que, como es habitual, conlleva una espera de meses e, incluso, de más de un año. Pero también hemos leído quejas absurdas que aluden a la decoración, a la sonrisa de los camareros o a la "excesiva" presencia de comensales extranjeros. Veamos las más destacadas:
Martín Berasategui: "Cutre"
Más de 40 años en la profesión avalan al cocinero vasco, que cuenta con restaurante en Lasarte (Guipúzcoa). Es el más valorado de la lista, pero también ha tenido que encajar reveses. El de Alicia, por ejemplo, que se queja de "niño fobia" por no permitirle la entrada con un bebé y, sin embargo, "clientes que acaban borrachos y molestando al resto son bienvenidos".
Un anónimo recomienda que "si quieres probar un 3 estrellas no empieces por este" aludiendo a los precios para acabar echándole la bronca al chef: "Con menos televisión, menos márketing, menos llamar la atención y más concentración en su restaurante se podría ajustar la relación calidad-precio". Otro, que tampoco da su nombre, cree que "se dedica a hacer platos baratos con abundante verdura para hacer bulto" y asegura que "había que usar la lupa para localizar las tres zamburiñas en el plato" antes de llamarle "cutre".
El Celler de Can Roca: "Camareros con el ego elevado"
La famosísima propuesta de los hermanos Roca en Gerona almacena galardones en sus vitrinas, pero para los exigentes catadores de TripAdvisor adolece de "mucha parafernalia y mucha tontería para poder atracar al cliente". A Alberto no ha habido nada que le haya "llamado la atención" salvo los baños, cuya limpieza "deja mucho que desear".
Piskito critica el servicio, con "falta de simpatía y ego excesivamente elevado", asegurando que los camareros "eran altivos con aire de falsa superioridad". Xavi quiso dejar constancia de que se había "quedado con hambre", que "los precios son altísimos" y que el servicio parece que "tenga prisa porque te vayas y vengan otros pringados". Además, Lluc lamenta haberse encontrado "una mosca horrible" en la comida y una "cucaracha en el baño".
Azurmendi: "Sirven demasiados vinos"
El conocido como el restaurante "más sostenible del mundo" está en Larrabetzu, en Vizcaya, y tampoco se libra de las valoraciones negativas como la de Darkogol que, ojo al comentario, se queja de que no les pusieron chupitos después de comer porque eran las 17:45 horas y los camareros querían irse a sus casas. Otra usuaria, Ikebana, explica indignada que le regalaron un bono de 400 euros para gastar allí con validez de un año pero "nos despistamos con la fecha de caducidad y no nos han dado absolutamente nada".
Txefito afirma que el restaurante sirve "platos elaborados por marcianos" y que saldrás de él "con más hambre que el niño que se perdió en el bosque". María considera que sirven "demasiados tipos de vino" en el maridaje y para Manolo fue "decepcionante" porque llegó sin haber reservado y le dijeron que estaba lleno: "En el asador de arriba comimos estupendamente, no hacen falta estrellas Michelin".
DSTAgE: "Como un orgasmo mal acabado"
El restaurante madrileño llama la atención por su filosofía de fusión y, aunque está entre los más valorados de Europa, un usuario anónimo afirma que tienen "demasiadas pretensiones" y su comida es "mala de sabor". Para otra persona que no ha querido dar su identidad es más "un local de copas que un restaurante" y Bea denuncia que un bicho se coló en el elemento floral decorativo de su plato: "Me pareció el colmo".
Para Marion, que solo disfrutó tres platos de los 12 que probó, lo peor fue que "cuando fuimos a pagar, la máquina de la tarjeta de crédito no funcionaba". Sin embargo, de entre todos los comentarios, el más tajante es el de Antonio: "Resultado final: como un orgasmo mal acabado de esos que deseas mucho y, cuando llega, parece un petardo defectuoso".
Disfrutar: "Maldita manía de hablar catalán"
Discípulos de los grandes chefs catalanes, este establecimiento de Barcelona también tiene sus detractores, como Jaime, al que le "aburren" las técnicas de esferificación y le parece mal que no le hayan invitado a las infusiones y el café. Tampoco le pareció bien que no le regalasen, como él mismo pidió, una pinzas del juego de cubiertos. Vaya, qué poca consideración.
Por si todo esto fuera poco, el hombre asegura que no pararon de hablarle en catalán aunque él les hablaba en español. Por otra parte, Anna critica el trato "chulesco y prepotente" de una de las camareras y un anónimo afirma que no se acabó el menú porque le aburría: "les falta gancho, gracia y rock and roll. Una decepción total".
ReComiendo: "Cateto y con poca clase"
Este restaurante destaca en Córboda por su trato familiar. Dirigido por Periko Ortega, que se ha molestado en contestar a muchas de las críticas, también soporta comentarios negativos en TripAdvisor. Así, Francisco Javier afirma que "la barra parece sacada de un plató donde acaban de rodar Star Trek" y un anónimo apunta que no ha llegado ni a comer allí porque "hablar con la persona encargada es un auténtico horror. Ni hola, ni gracias, ni saludos".
Para Pepa alguna de las propuestas es "insalubre" y a Jessica le ha indignado que no les hayan puesto una copa después de comer porque era tarde. Mientras, Mariola se queja de las interrupciones del personal para explicar los platos y de que le pusieran la cuenta sin haberla pedido: "Si te gustan los sitios catetos y con poca clase este es tu lugar".
Espacio UMA: "Puedes echarte una siesta entre platos"
En pleno ensanche barcelonés, el local es punta de lanza de la vanguardia gastronómica que, por lo leído, parece no gustarle a todo el mundo. Un anónimo, a quien los platos le parecieron correctos, se queja porque dice haber sufrido una gastroenteritis "al levantarme de la mesa". Mientras, Carlos asegura que estaba "muy frío" y que se trata de un local "para la juventud, para tomar un pica pica y una copa".
Otra persona que no se identifica valora negativamente la tardanza entre plato y plato puesto que, sostiene, "tienes tiempo de hacer una siesta". Además, también se han quejado de "frío polar por los pies" y "la música demasiado protagonista". Por último, otra mujer pide que se cuide la llegada de los proveedores por medio del salón y que se quite de la vista "la fregona y el cubo".
Callizo: "Llamen a Chicote"
Situado en el pueblo de Ainsa, en Huesca, a los pies de los Pirineos y con una cocina de la tierra muy valorada, parece que no es suficiente para sus detractores. Elisabet, por ejemplo, se queja de que la mujer que le sirvió los aperitivos tiene poco "arte y don de gentes, más que invitarte, te obliga". Otro anónimo critica que le anularon la reserva en la terraza porque había tormenta y un tercero asegura que "es una de las peores experiencias culinarias de mi vida".
El mismo hombre afirma que "he comido en bares de carretera con mejor calidad" y Amindola, por su parte, les pide que "por favor, llamen a Chicote". A Xavi no le pasa el cabreo de haber pedido "algo especial" por su cumpleaños y que le hubiesen puesto "cuatro lacasitos y gominolas rancias tiradas por encima de la mesa, y viene el cocinero con un huevo de Pascua caducado y lo rompe encima de la mesa a modo de sorpresa. Y a comer encima como animales. ¿Nos han tomado por Paco Martínez Soria visitando Madrid?".
La Salita: "Con salsas de bar de polígono"
Este restaurante valenciano se popularizó todavía más cuando su chef, Begoña Rodrigo, ganó una de las ediciones de Top Chef. Pero eso, lejos de evitar las malas críticas, las aumenta: "Esta chica, por salir en la tele, pretende explotar su título pero se equivoca. Yo de ella cambiaría de filosofía porque la gente quiere comer y dejarse de mariconadas", dice Piluka con exquisita educación.
Otro anónimo se quejaba de que "no te sacan licores de cortesía al final" y apuntaba un segundo que el servicio "se sabía los platos de memoria y los recitaban como una lección". Jesús afirma que las salsas eran "como de bar de polígono" y Pote G. se queja del "olor a cocina", de una atención tan esmerada que "al final se hace cansina" y de un servicio de vino "demasiado rimbombante": "Lo que hace la novedad y el estar metido en un reality", sentencia.
Con Gracia: "Sin gracia"
Cocina clásica local de Barcelona con toques de otras partes del mundo que, de entrada, tiene que soportar que sus críticos les dediquen todo tipo de juegos de palabras con su nombre. Además, para Luciana se respira "un esnobismo pretencioso", para Luke "el personal era grosero" y para Halima "está pensado para el turismo extranjero".
Isabel relata que su marido, alérgico a la fresas y a los frutos secos, acabó en el hospital y un anónimo de habla inglesa afirma que está "muy decepcionado" por haber desperdiciado una de sus dos noches en España con una "comida japonesa mediocre y cara".
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