Se acerca el 25 de noviembre, una fecha marcada en negro en nuestros calendarios para recordar a las víctimas de la violencia machista y seguir luchando para terminar de una vez por todas con esta lacra que se cobra decenas de vidas cada año solamente en nuestro país. Aunque desde hace un tiempo la tendencia está cambiando, lo más común es que las campañas de concienciación pongan el foco en la mujer: indicadores de violencia para que se sepan maltratadas, lugares a los que acudir, recomendaciones, apoyo e incluso defensa personal.
Sin embargo, además de proporcionar este entorno de soporte y protección entre las víctimas, es fundamental que los hombres sean aliados en este combate y se involucren a la hora de frenar comportamientos machistas a su alrededor. No tiene el mismo peso para los agresores que una mujer sea quien les recrimine sus gestos, actos o palabras -siempre seremos una locas feminazis-, que si lo hace uno de los suyos: su amigo, su hijo, su compañero de trabajo.
La Fundación Avon ha querido otorgarle el protagonismo a ellos en su nueva campaña publicitaria contra la violencia de género. Que le planten cara al machismo superando sus miedos y enfrentándose a las masculinidades que no les gustan en su entorno. La calle, el hogar y las redes sociales han sido los escenarios elegidos para tres acertados vídeos que llaman a la reflexión.
Escenas cotidianas que pasamos por alto
Las tres secuencias muestran actitudes que las mujeres padecemos a diario y la propuesta que nos hacen es "cambiar el trato". Además de la Fundación, La Casa del Encuentro, Naciones Unidas y el Instituto Nacional de las Mujeres de Argentina están detrás de la campaña, cuyo objetivo es hacernos ver que "la violencia que no mata, mata igual".
El primero de los vídeos está protagonizado por dos amigos que se encuentran en la calle después de que uno de ellos le 'regalase' unos 'piropos' a una chica que se le cruza en su camino:
"Si tienes algún amigo que lo hace, frénalo. Hazle entender lo mal que les hacemos sentir, el miedo que les da. No es gracioso, no está bien. No te quedes sin hacer nada cuando veas que pasa esto. No seas boludo, no te quedes callado".
El segundo de los spots nos lleva al salón de una casa. Padre e hijo ven el fútbol hasta que el joven comienza a decirle a su progenitor que está maltratando a su madre:
"La maltratas, viejo, la ninguneas, le controlas todo, lo que tarda, lo que gasta, si se arregla. Le dices cosas horribles, la tratas de ignorante. Pensé que era algo de hombres esto de ser un poco duros, pero ¿sabes qué es? es maltrato, violencia".
Por último, el tercer vídeo habla del acoso y maltrato a través de las tecnologías. Fotografías y vídeos íntimos que se difunden con total impunidad en las redes sociales:
"Si tienes un amigo que pasa fotos o vídeos de las pibas con las que está, frénalo. Y si te llega una foto así, no la compartas. Corta la cadena".
Los responsables de la campaña aseguran que se trata de apelar al tono cercano, a la camaradería entre los hombres, para "lograr una reflexión entre pares en un marco de confianza e invitación al cambio. Hombres de todas las edades y en todos los contextos en los que las mujeres, aludidas en sus charlas, son las víctimas".