Cáncer es posiblemente una de las palabras más temidas de la actualidad. No solo por la mortalidad, sino también por la crueldad de la enfermedad que puede llevarse a cualquiera de cualquier edad. Holly Butcher, a sus 27 años, es una de sus últimas víctimas, falleciendo el pasado 4 de enero.
Todo por culpa de un sarcoma de Erwing, un tipo de cáncer de huesos. Tener que mirar de frente a tu muerte te da una perspectiva distinta sobre la vida, eso que en nuestro día a día damos por hecho sin ser del todo conscientes de que en cualquier momento se puede ir al carajo sin que podamos hacer gran cosa.
Holly no pudo poner en práctica esta nueva perspectiva sobre el mundo, sin embargo sí que le dio tiempo de dar un consejo al mundo, y lo hizo desde su página de Facebook, pocas horas antes de morir:
"Un pequeño consejo de Hol", comenzaba. "Es extraño darte cuenta y aceptar tu mortalidad a los 26 años. Es simplemente una de esas cosas que ignoras. Los días vienen y esperas que sigan viniendo, hasta que ocurre lo inesperado. Siempre me imaginé haciéndome vieja, arrugada y gris, sobre todo por culpa de mi maravillosa familia (con muchos niños) que planeaba construir con el amor de mi vida. Quiero eso tanto que me duele".
"Eso es lo que tiene la vida: es frágil, preciosa e impredecible, y cada día es un regalo, no un derecho. Tengo 27 y no me quiero ir, soy feliz... se lo debo a los que quiero, pero el control no está en mis manos". "No escribo esta 'nota antes de morirme' para que tengáis miedo a la muerte, me gusta el hecho de que seamos principalmente ignorantes a su inevitabilidad".
"Los problemas de mierda no te preocuparán cuando te toque irte"
"Quiero que la gente deje de preocuparse tanto por los pequeños estreses sin significado en la vida y traten de recordar que todos tenemos el mismo destino, y que hay que hacer que tu tiempo merezca la pena, y con menos mierdas. Da gracias por tu pequeño problema y supéralo. Está bien reconocer que algo te molesta, pero no te obsesiones y no afectes negativamente a otras personas".
"Te prometo que estas cosas no te importarán cuando te llegue el momento de irte. Es todo TAN insignificante cuando miras tu vida como un todo. Estoy viendo mi cuerpo pudrirse delante de mis ojos y no hay nada que puedo hacer, solo me gustaría tener un cumpleaños o una Navidad más con mi familia. O un día más con mi compañero y perro. Solo uno más".
"Te das cuenta de lo idiota que has sido al comprar tantas cosas materiales"
"Es muy raro tener dinero para gastar al final, cuando te estas muriendo. No es el momento en el que salgas y te compres cosas materiales que normalmente comprarías, como un vestido nuevo. Te hace darte cuenta lo idiota que has sido al gastarte tanto dinero en nueva ropas y cosas. Gasta tu dinero en experiencias... o al menos no pierdas experiencias porque te gastaste todo tu dinero en mierda material
"Valora el tiempo de las otras personas. No les tengas esperando porque no eres capaz de llegar puntual. Prepárate antes si te gusta que tus amigos quieran pasar tiempo contigo y no esperando"
"¡Oh, una última cosa. Si puedes, haz algo bueno por la humanidad (y por mi) y dona sangre de forma regular. Hará que te sientas bien además de salvar vidas. Es algo que se pasa por alto, cuando cada donación puede salvar tres vidas. Es un impacto masivo que cada persona puede tener y de forma muy sencilla".
En resumen, vivir mata, así que hay que vivir mientras podamos.