¿Te consideras machista? ¿O quizás igualista? ¿Tienes animadversión por la palabra feminismo? ¿Aporreas el teclado como un loco cuando toca contestar alguna consigna feminazi con la que te tropiezas en redes sociales?
La visibilización del machismo a la que han contribuido las redes sociales y los casos más mediáticos de agresiones que copan las portadas en los últimos meses han logrado que la sociedad empiece a cuestionarse que, oye, igual es que sí que existe eso del patriarcado y que sí nos han educado normalizando la desigualdad.
En apenas 47 segundos, este vídeo muestra una situación a la que nos exponemos las mujeres a diario, convirtiéndonos en testigos de la escena pero, a la vez, hurgándonos en la conciencia: ¿hemos sido nosotros partícipes de algo parecido a esto alguna vez? Probablemente sí, en un rol u otro.
Un grupo de colegas de mañaneo, volviendo a casa, quizás, o buscando el último after abierto. Las copas todavía en la mano. Enfrente una mujer que, posiblemente, haya pensado al verlos: «mierda, a ver qué me dicen». Y claro, ¿qué le van a decir? Piropos, nena, tranquila, si te lo decimos es porque nos gustas. Que eres muy guapa, que «contigo se paraliza España».
Pero no les basta porque la mujer, por el mero hecho de serlo y de estar compartiendo espacio con ellos, les genera una especie de efecto llamada. Así que nada, para ser el más guay de mis amigos me lanzo a tocarle una teta, que para eso lleva escotazo. Lo va pidiendo a gritos.
Grado de machismo por comentario de reacción
«¡Qué exageración! Pero si ella les seguía el juego». Claro, seguro que si se quedaba callada no pasaba nada o, si por ejemplo contestase tajante, fijo que dirían: «perdone, señorita, discúlpenos si la hemos ofendido».
«No lo apoyo, pero ella podía ir un poco más tapadita». Todo el mundo lo sabe: las mujeres nos vestimos pensando en atraer a los machos. Así, en plan documental de La 2. De hecho, deberíamos sentirnos halagadas si un espontáneo nos toca un pecho porque es nuestro objetivo al abrir el armario cada mañana.
«¡Qué asco de tíos! Pero bueno, no os penséis que todos los hombres somos así». Alerta #NotAllMen. Parece que lo comprende, pero no. Sabe que hay agresiones machistas a diario pero como él no ha sido va a seguir como si nada.
«¿Y si fuera al revés, qué?». Ah, ¿pero esto ocurre al revés? ¿Es común que una pandilla de mujeres acose y agreda a un hombre que se encuentra en el metro porque se creen con poder para hacerlo? Pues no lo sabía, tendré que apuntarlo en mi máquina de escribir imaginaria.