No descorchen el cava no catalán todavía porque la noticia de la entrega de Carles Puigdemont aún no se ha redactado, y tiene pinta de que no se hará durante un tiempo. De momento tendrán que contentarse con lo siguiente, que si bien es un sucedáneo, a muchos parece no haberle importado.
Los comentarios que se oyen en el vídeo animando y comentando la ocurrencia del falso Puigdemont que, estelada en mano, ha ido a entregarse a la policía local parecen indicar el beneplácito de los allí presentes. De haber sido cualquier otro político, me pregunto, ¿habrían sido las mismas reacciones?
Nunca lo sabremos.
El policía local parece no preocuparse mucho por la escena esperpéntica que se monta delante suya y no hace mucho caso a quien, cámara en mano, graba todo lo que sucede. ¿Se le aplicará, a quien está grabando, el artículo 36.23 de la Ley Orgánica 4/2015 de Protección de la Seguridad Ciudadana, también conocida como Ley Mordaza?
En ella se especifica que "se considerará una infracción grave el uso no autorizado de imágenes o datos personales o profesionales de autoridades o miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que pueda poner en peligro la seguridad personal o familiar de los agentes, de las instalaciones protegidas o en riesgo el éxito de una operación, con respeto al derecho fundamental a la información".
Me quedo con la duda.