Yoko Ono sigue haciendo amigos allí por donde va. Si no le bastó con deshacer la mayor y mejor banda de pop de la segunda mitad del s.XX ahora consigue hacer cambiar de nombre a un bar de Hamburgo, el Yoko Mono.
Un tribunal alemán ha dictaminado que el nombre del bar tiene suficiente parecido con el de la demandante como para que cualquiera piense que hay algún tipo de conexión entre los dos. El proceso se inició en julio y, desde entonces, la primera parte del nombre del local ha estado tachado.
La dueña del local, en unas declaraciones un tanto ingenuas, ha reconocido que esta sentencia, y la previa denuncia, le han pillado por sorpresa. Sobre todo porque también es la propietaria de otro local en la ciudad con un nombre que le resultará conocido a la viuda de John Lennon ya que se llama, ni más ni menos, que "John Lemon".
Es una suerte que Yoko Ono no venga mucho por el país porque sino tendría carne donde cortar tajada. Admitámoslo, los bares españoles son especialistas en poner nombres ingeniosos: "Bar Veider", "La Tapilla Sixtina", "Latina Turner" o "Almodo Bar" son tan sólo algunos de esos maravillosos ejemplos de nombres de bares que bien podrían ganar el premio al nombre más ingenioso.