Esta es una de esas noticias que no sabes si tomarte en serio o no porque, a priori, parece broma. Sin embargo, todo lo que hay en ella es plausible y tiene muchísimo sentido. Así que sin más voy a pasar a contártela y luego tú decides qué pensar, que normalmente es lo que solemos hacer.
Resulta que unos científicos del Reino Unido han descubierto que el sulfuro de hidrógeno puede ayudar a las células a no deteriorarse. Según esto, sería posible evitar que las enfermedades que destruyan las células, tales como el cáncer o la artrosis, se propagasen. Incluso sería posible frenar su crecimiento.
Pero, ¿qué es el sulfuro de hidrógeno?
Básicamente es el gas que da olor a nuestros pedos. Este compuesto, con olor que recuerda al de huevos podridos, se crea en la descomposición bacteriana de proteínas que contienen azufre. Esto es, cuando hacemos la digestión.
Pues bien, los científicos de los que hablaba antes han desarrollado un compuesto llamado AP39, basado en este gas, que permite llevar pequeñas cantidades del mismo directamente a la mitocondria. En declaraciones de uno de los científicos "este proceso aplicado a células bajo stress hace que se protejan y sobrevivan".
Estamos ante una oportunidad nueva para seguir estudiando los efectos de los pedos sobre nuestras células. No sería de extrañar que dentro de unos años nos recomienden en el telenoticias que los pedos que nos tiremos en la cama son beneficiosos para nuestra salud.