Twitter se ha convertido en un campo abonado a la polémica. Al estar repleto de personajes conocidos, famosos, políticos y periodistas resulta habitual que haya salidas de cualquier otra persona en respuesta a los tweets más "vips". Que la red social ha democratizado las conversaciones es conocido, también que hay que tener mucho cuidado con todo lo que se vierte allí de manera pública. Que se lo pregunten a Alfonso Rojo y a Gabriel Rufián.
El político de ERC fue ayer el centro de un "error" publicado en el diario El Periódico. Dicha publicación colocó a Gabriel en el crucigrama del día con una premisa muy poco afortunada. El crucigrama se viralizó, tal y como destacamos ayer en La Jungla. Hasta el propio Rufián se tomó a broma su aparición estelar en el crucigrama. El comentario de Alfonso Rojo no.
Alfonso tuiteó un artículo de Periodista Digital donde se relataba el "accidente" del crucigrama. El tweet no solo fue desafortunado e hiriente, también erró en la suma de letras.
Gabriel Rufián lo tenía fácil para dilapidar el comentario de su enemigo, y allí que fue.
Nos dejó uno de esos zascas de Twitter que se recordarán bastante tiempo. Y que obligará a más de uno a contar bien las letras de las palabras.