Las historias de aficionados al fútbol que recorren medio mundo para animar a su selección son de lo más apasionante que puede haber. Pero si además todo empieza con una mentira y sigue con un vuelo intercontinental, la cosa puede ser de traca.
Arturo García, un mexicano originario de Monterrey, pero que vive en Puebla, le dijo un día de la semana pasada que se iba a por tabaco al Oxxo (una cadena de tiendas de cercanía). En realidad, cuando salió de casa puso rumbo al aeropuerto para poder llegar a Alemania en el primero de sus vuelos.
Sin embargo no todo iba a ser un camino de rosas porque una vez en el país teutón se lesionó el talón de Aquiles. Esto, para cualquier aficionado podría ser una señal para darse por vencido y volver a casa. Pero no para Arturo García que siguió su viaje desde Alemania a Rusia en coche.
Una vez llegado a su destino pudo ver cómo México pasaba a las semifinales para, posteriormente perder contra la todapoderosa Alemania. Para más inri, también se enteró de que su mujer se había enterado de que no había ido a por tabaco, obviamente. Tal vez la derrota de su selección o su lesión no sea lo que más le duela cuando vuelva a casa.