El embarcadero de pescadores de Steveston es una zona de la ciudad canadiense de Richmond (en la provincia de Columbia Británica) a la que se acercan la gente a pasear y comprar pescado fresco. El pasado sábado 20 de mayo, uno de las personas que se encontraba en la zona, Michael Fujiwara grabó en vídeo cómo un león marino cogía a una niña por la espalda y la tiraba al mar.
La escena, ha llamado la atención de más de 10 millones de personas en YouTube, donde Fujiwara subió el vídeo que compartió también en su perfil de Twitter. En la grabación se ve como uno de los adultos que está junto a la menor se tira al agua para recogerla. Previamente, según ha trascendido después, parece que los visitantes habían estado tirando comida al animal. A pesar de la espectacularidad de las imágenes todo quedó en un susto y ninguno de los dos resultó herido.
El responsable de la autoridad portuaria de Steveston explicó al canal de noticias CNN que es habitual que este tipo de animales se acerquen de vez en cuando a la orilla -la localidad está situada en la ruta migratoria que siguen en dirección a Alaska- pero que las autoridades recalcan siempre a los turistas que no se les debe tirar comida.
Agustín López Goya, director Biológico del Zoo Aquarium de Madrid, cuenta por teléfono al EL ESPAÑOL que "la naturaleza de estos animales no es agresiva. Al contrario, son animales bastante tranquilos y sociales, que viven en comunidad con jerarquías establecidas, y pueden llegar a ser juguetones como los delfines".
"Por lo que se puede ver en las imágenes no parece un comportamiento de agresión ni de caza. Ellos se alimentan de bancos de peces, así que para nada aprecian a los humanos como sus presas", señala. "Si el animal no estaba entrenado para estar en contacto con las personas, y se dice que previamente se le había dado comida, lo más probable es que estuviera un poco excitado, simplemente quisiera jugar, o dar un toque de atención en plan Eh, que sigo aquí".
Goya recuerda que si los leones marinos desean morder, por sus características, pueden hacerlo muy fuerte. "Aunque es difícil determinar a ciencia cierta lo que piensa un animal, aquí lo que se observa es que su intención es introducir a la niña en el agua. No la marca, pero como ella pesa poco la derriba fácilmente. Su intención no es la de hundir a la niña, ni llevársela a otro lado, ni nada por el estilo. Es más, en cuanto cae el animal desaparece de allí".
Para evitar este tipo de situaciones los expertos desaconsejan dar de comer a los animales en cualquier circunstancia. "Primero porque estamos fomentando un tipo de contacto que no es adecuado", recuerda Goya. "Y después, por su dieta, porque podemos ocasionarles algún tipo de trastorno digestivo".
Además de no facilitarles comida, la recomendación del experto sería evitar cualquier tipo de interacción con ellos. "En este caso, que no es un animal entrenado, esa interacción directa como la del vídeo no se debería producir", señala el experto. Pero en caso de estar en un zoo o un parque en que se los entrena, ese contacto "debe realizarse siempre bajo los protocolos de seguridad adecuados y tutelada por un monitor capacitado para ello".