Fiona Chrystall es una joven luchadora escocesa que compite en pruebas amateur de Artes Marciales Mixtas (MMA en sus siglas en inglés). En la actualidad su aspecto atlético no difiere mucho del de sus oponentes, pero no siempre fue así. Tal y como Chrystall ha contado en sus redes sociales, durante años estuvo gravemente enferma de anorexia.
"Hasta ahora nunca había compartido la foto de la izquierda con nadie, más allá de mi familia y amigos más cercanos", escribía Chrystall en sus perfiles de Facebook e Instagram. Un texto que iba acompañado de un montaje fotográfico en el que puede observarse de forma muy gráfica cómo se encontraba físicamente en los peores momentos de la enfermedad.
Ahora, una vez recuperada, quería hacer pública su transformación para ayudar a otros que pudieran estar en su misma situación y hubieran perdido la ilusión por luchar.
"La recuperación nunca es inalcanzable. Es posible y es maravillosa", escribía Chrystall, que enfermó de anorexia muy temprano, a los 11 años. "A los 18, tanto a mi como a mi familia se nos dijo que era una causa perdida; que había pasado tanto tiempo y lo había llevado tan lejos que probablemente siempre sería un anoréxica crónica".
A través de su perfiles en las redes sociales la joven luchadora da cuenta de sus entrenamientos diarios y de su participación en distintos campeonatos. Consciente de que la recuperación psicológica es más complicada que la física, sigue luchando cada día por no recaer: "Ahora me esfuerzo en ser fuerte y estar sana y en forma en lugar de parecer un esqueleto", explicaba recientemente en una entrevista. "Sigo teniendo esos pensamientos, pero los mantengo en un lugar en el que puedo enfrentarme a ellos de forma lógica".
Chrystall -que hace dos años ya había hablado de su enfermedad en un post en Facebook- compartió en este ocasión su historia como parte de una campaña de visibilización impulsada por la ONG británica Beat, una asociación que ayuda a personas que sufren desórdenes alimenticios.