Amy Krouse Rosenthal, la escritora con cáncer terminal que emocionó a las redes sociales después de publicar una carta en 'The New York Times' en la que buscaba futura esposa para su marido, ha fallecido. Así lo han confirmado tanto su agente como Daniel Jones, editor de la sección en la que Krouse publicó el singular artículo.
Esta autora de cuentos infantiles y habitual colaboradora del periódico neoyorquino saltó a los medios tras la publicación de 'Deberías casarte con mi esposo', una declaración de amor en la que narraba cómo en 2015 le fue diagnosticado un cáncer de ovarios que finalmente ha acabado con su vida. "¿Quieren oír un chiste morboso? Una pareja casada llega a la sala de emergencias el 5 de septiembre de 2015. Unas horas y varios estudios después, el doctor les indica que el dolor inusual que siente la esposa en su costado derecho no es apendicitis, como pensaban, sino cáncer de ovario", relataba Krouse.
Así, la escritora decidió optar por un plan alternativo: buscar una esposa para la persona que lo había acompañado durante 25 años de su vida pese a que ni siquiera ella podía haberlo imaginado. "Era 1989 y sólo teníamos 24 años. Tenía exactamente cero expectativas de que la cita fuese provechosa. Pero cuando tocó a la puerta de mi pequeña casa, pensé: 'Oh, no, esta persona es muy simpática'. Para cuando acabamos de cenar, me quería casar con él. Jason llegó a la misma conclusión, un año después", relata en el artículo.
Krouse aseguraba que nunca había estado en redes sociales de 'ligoteo' como Tinder, pero que se había decidido a crear un perfil para su esposo. La escritora lo describía tal que así: "Mide 1,78 metros, pesa 72 kilos, tiene ojos color avellana y cabello entrecano. [...] Se viste bien. Nuestros hijos —que son adultos jóvenes—, Justin y Miles, a veces le piden prestada su ropa. Los que lo conocen o quienes llegan a avistar el espacio entre sus pantalones de vestir y sus zapatos saben que tiene un don para usar calcetas fabulosas. Está en forma y disfruta de ejercitarse".
La lista de atributos que relataba Amy en la carta era prácticamente interminable. "Es el tipo de hombre que, ya que siempre se despierta temprano, me sorprende los domingos en la mañana al hacer caritas felices con algo que se encuentre cerca de la cafetera: una cuchara, una taza, un plátano. Es el tipo de hombre que sale de alguna tienda de autoservicio o gasolinera y dice: 'Dame la palma de tu mano' y, voilà, aparece una bola de chicle colorida".
La declaración de amor finalizaba de una forma tan cruda como hermosa. "Terminé de escribir esto en el Día de San Valentín, y el regalo más genuino (que no sea un jarrón miniatura) que puedo esperar darle es que la persona apropiada lea esto, busque a Jason y empiece otra historia de amor. Así que dejaré este espacio en blanco a propósito, para que tú y él puedan tener el nuevo comienzo que merecen. Con todo mi amor, Amy."
Tras publicarse el artículo, Jason confesó que se encontraba a su lado mientras que Amy tecleaba en el ordenador su "ensayo final" y que lo hizo en unas circunstancias realmente difíciles. Ahora Amy descansa en paz.