No falla. Cada año picas y acabas comprando alguno. Lo cierto es que no deja de ser uno de los regalos más recurrentes cuando no sabemos cómo sorprender a amistades invisibles varias o a familiares lejanos previsiblemente hartos de recibir calcetines y/o pijamas como obsequios navideños.
Hablamos de los calendarios. Esos prácticos artilugios que nos ayudan a ubicarnos en el día en el que vivimos aportándonos información sobre cuándo tienen lugar fechas conmemorativas clave, ansiados días festivos, cómo caen las fases lunares o, en algunos formatos, advertirnos de cuando debemos felicitar a cada uno de los nombres que componen el santoral.
La acogida ha sido alucinante. Había cientos de personas que lo estaban compartiendo y a los que les gustaba. Y la cosa fue a más
Todo un almanaque plagado de lugares comunes y, con suerte, una buena foto de apertura que cuelga cada año en rincones de cocinas, partes traseras de puertas o espacios perdidos en pasillos de cientos de miles de hogares españoles. Sin embargo, por mucho que podamos encontrar en qué día cae la Virgen del Pilar o si habrá luna nueva o llena o sabe Dios, en ninguno se recopilan los acontecimientos que seguro ocuparán nuestros días según el mes del año en el que nos encontremos. Hasta ahora.
Aprovechando que se cumplen 10 años de su nacimiento, los creativos de la agencia barcelonesa Putos Modernos decidieron hacer algo diferente de cara al cierre de año. Siguiendo la sugerencia de su amigo y colaborador Joan Alvares, llegaron a la conclusión de que ya era hora de calendar los sucesos mensuales que tendrán lugar sin falta a lo largo de los 12 próximos meses. Desde enero hasta diciembre, al Puto Calendario 2017 no se le escapa ni una.
Desde el invernal arranque de año con ‘la puta cuesta de enero’, ‘el puto frío’ o ‘las putas anginas’; el inamovible abril y la llegada de una importante fecha para autónomos como es el ‘puto trimestre’; la llegada masiva del ‘puto polen’ al que le sigue ‘el puto calor’, ‘los putos aires acondicionados’, ‘los putos guiris’, ‘el puto síndrome postvacacional’ y la vuelta a empezar con ‘el puto cambio de hora’ que conduce a ‘los putos días lluviosos’ y a ‘los putos amigos invisibles’, algunos de los cuáles, por qué no, podrían verse sorprendidos con este curioso y sincero calendario. ¿A que estos acontecimientos sí que te resultan familiares?
Las doce causas vinieron solas fruto de nuestras propias vivencias
Con el objetivo de que a nadie se le pasase por alto el adjetivo aplicado de cada uno de los acontecimientos destacados del año –al fin y al cabo, su nombre de marca–, diseñaron este cartel tamaño póster (50x70cm) y en alta calidad para que cualquiera que lo viese supiese quiénes están detrás. “El mes era lo de menos, queríamos que la gente se fijara más en la frase con la palabra ‘Puto’ y creo que finalmente lo conseguimos”, explican a EL ESPAÑOL Putos Modernos.
12 meses, 12 'putadas'
Aunque aseguran que “las doce causas vinieron solas fruto de nuestras propias vivencias”, lo cierto es que Puto Calendario se adapta a la perfección a los acontecimientos vitales que todos los años protagonizan las vidas del común de los mortales. Tanto es así que cuando regalaron un ejemplar al estudio madrileño MOLA Studio y estos subieron la imagen a su perfil de Facebook como agradecimiento, el aluvión de comentarios, ‘me gusta’ compartidos en que derivó, desbordó por completo a los creativos que comenzaron a recibir cientos de emails, llamadas y pedidos a las pocas horas. “Estábamos abrumados, la verdad, pero ya hemos podido encarrilarlo”, reconocen tras haber podido hacer frente al “tsunami” que ha despertado en las redes sociales su atípico anuario.
“Ha sido alucinante. Había cientos de personas que lo estaban compartiendo y a los que les gustaba. Y la cosa fue a más: el post alcanzó a un millón y medio de personas, con más de 600 comentarios y cerca de 11.500 compartidos”.
La estampa del Puto Calendario tardó poco en llegar a manos de algunos de los influencers más conocidos (como Cabronazi o Josef Ajram) que auparon la propuesta y les hicieron aún más virales. Casi 60.000 me gusta, 30.000 compartidos, más de 2.000 comentarios... “Entre unos y otros, llegamos, sólo en Facebook, a una audiencia de más de 5 millones de personas en tres días”, recuerdan aún sorprendidos. Pronto su creación comenzó a protagonizar post y conversaciones en otras redes como Instagram o WhatsApp. Desde luego, queda claro que los usuarios se han sentido identificados con el ‘puto’ año que está por venir, y han dado buen muestra de ello.
“Quizás nos faltaron las propuestas más políticamente incorrectas. Se nos ocurren muchísimas más que podrían añadirse, como por ejemplo alguna dedicada a Mr. Wonderful, sin acritud –comentan entre risas–, pero al final intentamos hacer algo que la gente no se tomase mal, algo que sea gracioso y que te haga reír al menos la primera vez que lo leas”.
Un almanaque válido para todos los años
Dada la acogida y el entusiasmo que ha despertado Puto Calendario en tantas personas, el equipo de creativos confía poder hacer de esta novedad su producto estrella del año sacando diferentes versiones cada año, en idiomas diferentes –de hecho ya han recibido peticiones del almanaque en catalán y gallego– y “con todas las nuevas ideas que nos han ido aportando nuestros fans durante estos días locos”.
“No somos un qué, sino un cómo”, aseguran en la página web de Putos Modernos en el clásico –en este caso bastante atípico– ‘quienes somos’. Ubicados en el espacio MOB, en el corazón del Eixample de Barcelona, este grupo de profesionales “multibanda” con claros perfiles “tecnocreativos” y “retrofuturistas” son, especifican ellos mismos, “puñeteramente buenos”.
Lo cierto es que, aunque pase el año, se puede dejar como un póster decorativo y cachondo en cualquier lado
Cada calendario se hace de uno a uno en una imprenta pequeña y está serigrafiado sobre un papel especial, de ahí que su proceso de fabricación conlleve algo de espera. “Será el tiempo el que nos limite la producción, ya que es un Puto Calendario, como todos, tiene un plazo de venta limitado. Claro que, tal y como ellos mismos tienen a bien recordarnos, “lo cierto es que, aunque pase el año, se puede dejar como un póster decorativo y cachondo en cualquier lado”.
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