
Guiso de garbanzos.
Parece un potaje lleno de grasa, pero es un plato saludable: el guiso que triunfa en Semana Santa en Andalucía
Se trata de una receta con siglos de historia, que es un reflejo perfecto de la cocina de aprovechamiento y de la sabiduría popular para alimentarse bien con ingredientes sencillos.
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- Comensales: 4
Durante la Semana Santa en Andalucía, los potajes son protagonistas indiscutibles en muchas casas. Son platos de cuchara que combinan tradición, sencillez y una fuerte raíz en la cocina de vigilia, cuando no se comía carne. Aunque muchas versiones pueden parecer pesadas o "grasientas", también existen formas de prepararlos de manera más saludable sin perder sabor ni autenticidad.
Entre los potajes típicos de Semana Santa en Andalucía se encuentra el potaje de garbanzos con espinacas y bacalao, que es el más emblemático. Suele llevar garbanzos cocidos, espinacas frescas (o acelgas), bacalao desalado, pimentón y comino. A veces se le añade huevo duro y pan frito como espesante, así como el potaje de vigilia, similar al anterior, aunque en algunas zonas se hace más caldoso, con más bacalao y a veces con patata. Es típico del Viernes Santo y de los días en los que se guarda abstinencia de carne.
Aunque a simple vista pueda parecer un potaje contundente y cargado de grasa, lo cierto es que el tradicional guiso de garbanzos andaluz que triunfa cada Semana Santa es, en realidad, un plato muy equilibrado y saludable. Esta receta, con siglos de historia, es un reflejo perfecto de la cocina de aprovechamiento y de la sabiduría popular para alimentarse bien con ingredientes sencillos.
Durante la Cuaresma y la Semana Santa, cuando la tradición católica limita el consumo de carne, este guiso se convierte en el rey de muchas cocinas andaluzas, desde Sevilla hasta Jaén, pasando por pueblos blancos y capitales costeras. Y aunque parezca pesado por su aspecto denso y untuoso, lo cierto es que no contiene grasas animales si se hace con aceite de oliva virgen extra, lo que lo convierte en un plato apto incluso para dietas ligeras.
En consecuencia, te damos la receta tradicional del guiso de garbanzos con espinacas y bacalao, un clásico de la Semana Santa andaluza. Es un plato humilde, lleno de sabor y muy nutritivo. Además, es un ejemplo perfecto de esos platos que "están mejor al día siguiente", ya que el reposo potencia todos sus sabores. Y lo mejor: es fácil de preparar, económico y muy reconfortante.
Ingredientes
300 g de garbanzos secos (o 2 botes cocidos)
200 g de espinacas frescas (o acelgas, si prefieres)
250 g de bacalao desalado (en migas o trozos pequeños)
1 cebolla mediana
2 dientes de ajo
1 hoja de laurel
2 huevos duros
1 cucharadita de pimentón dulce (o mezcla dulce y picante)
1 cucharadita de cominos molidos
Pan (opcional, para freír y espesar el guiso)
Aceite de oliva virgen extra
Sal al gusto
Agua o caldo de pescado o verduras
Paso 1
Si usas garbanzos secos, ponlos en remojo la noche anterior con una pizca de sal. Al día siguiente, cuécelos con una hoja de laurel hasta que estén tiernos (1-1,5 h). Si usas de bote, escúrrelos y enjuágalos.
Paso 2
Cuece los huevos (unos 10 minutos) y resérvalos.
Paso 3
En una cazuela amplia, haz un sofrito: pon un buen chorro de aceite de oliva, sofríe la cebolla picada y los ajos laminados a fuego medio hasta que estén dorados.
Paso 4
Añade el pimentón (fuera del fuego unos segundos para que no se queme) y luego los cominos. Mezcla bien.
Paso 5
Incorpora los garbanzos cocidos y remueve para que se impregnen del sofrito. Cubre con agua o caldo y añade el bacalao en migas. Deja cocinar unos 10-15 minutos para que el bacalao suelte su sabor.
Paso 6
Añade las espinacas (lavadas) poco a poco. Se irán reduciendo. Cocina unos 5 minutos más.
Paso 7
Opcional: Fríe un par de rebanadas de pan y machácalas en un mortero con un diente de ajo. Añádelo al guiso para espesarlo ligeramente y darle más cuerpo.
Paso 8
Rectifica de sal si es necesario. Pela los huevos duros, córtalos en cuartos o rodajas y colócalos por encima justo antes de servir.
Los consejos principales que necesitas para conseguir un potaje exquisito son los siguientes: En primer lugar, como muchos guisos, está mejor al día siguiente, con los sabores más asentados. Además, puedes añadir un poco de guindilla si te gusta con un toque picante. Y de la misma forma, si quieres una versión vegana, simplemente omite el bacalao y los huevos: sigue estando delicioso.
Cabe destacar que este guiso lleva una combinación de ingredientes que lo convierte en una opción solo es saciante, sino que aporta proteínas, fibra, hierro, vitaminas y grasas saludables, convirtiéndolo en una opción ideal para quienes quieren comer bien sin renunciar al sabor.
En este sentido, los garbanzos son una fuente de proteína vegetal: buena alternativa a la carne. Además, son ricos en fibra por lo que mejoran el tránsito intestinal y sacian. Igualmente, aportan hierro, magnesio y fósforo, y tienen un bajo índice glucémico medio-bajo, ideal para mantener la energía estable.
De la misma forma, las epinacas son una opción perfecta porque son muy bajas en calorías. También destacan por su altísimo contenido en vitamina A, C, K, ácido fólico y hierro. Igualmente, son ricas en antioxidantes como la luteína (beneficiosa para la vista). Finalmente, contienen fibra y agua, lo que favorece la digestión y la hidratación.
Asimismo, el bacalao (desalado o fresco) es una fuente de proteína animal magra (bajo en grasa). Es rico en omega-3 si es bacalao fresco, y fuente de vitamina B12, B6 y minerales como yodo y selenio. Además, si se usa en pequeña cantidad, no aumenta mucho el sodio.
En consecuencia, son muchas las propiedades beneficiosas que tiene este potaje, de tal forma que es perfecto para los días en los que queremos evitar comer carne durante Semana Santa.
¿Qué beneficios tiene este potaje para la salud?
- Cardiosaludable: bajo en grasas saturadas y colesterol, rico en fibra y omega-3.
- Buen aporte de hierro (sobre todo vegetal, que se absorbe mejor si se combina con vitamina C, por ejemplo, tomando una mandarina o naranja de postre).
- Ideal para diabéticos y personas con sobrepeso: saciante, equilibrado, con carga glucémica baja.
- Apto para dietas de vigilia o vegetarianas si se omite el bacalao o se sustituye por tofu marinado.
- Sostenible y económico: ingredientes locales, de temporada y sin procesados.