Para muchos el desayuno es la comida más importante del día. Hay quienes prefieren que reine lo dulce y quienes, en cambio, son más de salado. La cuestión es que la primera ingesta de alimentos debe ser lo suficientemente rica en proteínas y nutrientes como para poder rendir bien durante la mañana.
En Sevilla no faltan bares que despachen buenos desayunos. Los tradicionales de jamón y aceite siguen siendo un clásico en las comandas de los camareros, pero las tostadas condimentadas con patés algo más grasientos y calóricos están también a la orden del día.
La tostada de pringá es una de las más celebradas en la capital hispalense. Y no es para menos. Sin embargo, tiene una ardua competidora: la famosa manteca colorá. Esta crema hecha a base de manteca de cerdo, carne del mismo animal, ajo, vino y especias supone todo un tesoro para los amantes de las tostadas y bocadillos contundentes.
El municipio sevillano de Tomares aguarda uno de los templos más reconocidos de este desayuno andaluz. Se trata del bar Estanco, situado en el número 6 de la calle Clara Campoamor. Este es un bar castizo y con solera, de los de toda la vida.
Prueba de ello es que, desde que se fundó hace más de 120 años, en 1901, no ha cambiado su esencia. Así, este bar se ha consagrado como todo un símbolo de la localidad.
También de pringá y carne mechada
En su interior destacan la barra de madera y los azulejos, bien dispuestos en la pared hasta la altura de los ojos.
Además, los cuadros con motivos taurinos que decoran las paredes y las patas de jamón colgadas constatan su condición. Por otra parte, su terraza anima a quien pasa por su lado a sentarse a disfrutar de una de sus reliquias gastronómicas junto al sol de la mañana.
Quien visita este bar, cuentan quienes lo conocen, repite. Y es que sus desayunos se han convertido en todo un sello de la gastronomía sevillana. Aquí sobresalen el de pringá, carne mechada y manteca colorá, siendo este último el que reina.
El pan del día -casero, crujiente y esponjoso- ensalza aún más el sabor de la manteca colorá del Estanco. Además, los abundantes trozos de carne y el jugo que cae de ellos han hecho que se convierta en uno de los desayunos con más renombre de toda Sevilla.