La jornada del Domingo de Resurrección también estuvo marcada por la lluvia. El Buen Fin puso el broche de oro con el regreso a su templo. Tuvo que salir una hora más tarde de lo previsto, sobre las 20:00 para alejar el peligro de volver a mojarse.
Los cofrades despidieron la Semana Santa en la tarde noche tras el varapalo de La Resurrección, que no pudo salir. Había retrasado su salida desde las 8:30 hasta las 11:00, pero la lluvia seguía cayendo en Santa Marina a esa hora y frustró a los que esperaban en la puerta.
Los chubascos que aparecieron en las entradas de La Trinidad y La Soledad de San Lorenzo no invitaban al optimismo. Llovió durante toda la madrugada y se alargó más de lo que, en un principio, manejaban los partes meteorológicos.
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Así, el númeroso público que aguardaba en el templo de Santa Marina tuvo que marcharse a casa con un sabor de boca agridulce. No han podido salir 38 cofradías debido a la lluvia.
Los esfuerzos de la Hermandad de la Resurrección por salir fueron en balde. Para esquivar el frente de la madrugada, iba a salir a las 11:00 y acortaría su recorrido para estar en su templo a las 18:20, pero no pudo ser. Poco más de diez minutos antes de la hora prefijada, anunció que se quedaría en Santa Marina.
El último parte de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) avisaba de un 70 por ciento de probabilidad de lluvia ocasional entre las 11:00 y las 13:00. Iba a seguir lloviendo previsiblemente. Apenas tenía margen para poner sus pasos en la calle.
Incertidumbre con El Buen Fin
La incertidumbre también marcó la salida de El Buen Fin, que puso sus pasos en la calle más tarde de lo previsto. Las lluvias también aparecieron por la tarde. Su salida de la Catedral iba a ser a las 19:00 y finalmente lo hizo un poco más tarde de las 20:00
También cambió el itinerario para llegar a San Antonio de Padua por Virgen de los Reyes, Alemanes, Hernando Colón, Banco España, Plaza Nueva, Tetuán, Campana, Plaza del Duque, Trajano, Conde de Barajas, Plaza de San Lorenzo, Juan Rabadán, Miguel del Cid, Plz de San Antonio y San Vicente.
Ambos pasos salieron con música y un ritmo rápido en lo que fue la última oportunidad de los cofrades para despedir la Semana Santa. El nuevo misterio de El Buen Fin, obra de Darío Fernández, volvía a estar en la calle.
Según se iba acercando al entorno de San Lorenzo, la cofradía fue ralentizando su caminar para deleitar a los presentes.
El Cristo, con sus andares clásicos al ritmo de la Centuria Macarena. La Virgen de La Palma, con las Nieves de Olivares y varias petaladas, alguna de ellas donadas por miembros de otras hermandades que se han quedado en sus templos.
Fue un broche atípico para una Semana Santa en la que la lluvia apenas ha permitido una jornada completa, la del Sábado Santo.