El Virus del Nilo ya está en circulación en la provincia de Sevilla. Fue detectado en zonas rurales de la Puebla del Río y Villamanrique de la Condesa la primera semana de junio. Es la fecha más temprana desde que se estableció la vigilancia. Es fruto de la naturaleza de la provincia, que tiene "el cóctel perfecto" para la circulación del mosquito.
Así lo asegura Ulises Ameyugo, subdirector de Protección de Salud de la Junta de Andalucía. En el segundo informe, el de las capturas realizadas entre el 10 y el 16 de junio, también fue localizado en Los Palacios y Villafranca. Dicha localidad se encuentra en Grado IV, el máximo sin que se registren casos, con más 1.000 hembras capturadas potencialmente transmisoras.
El "cóctel perfecto" al que alude este responsable depende de la naturaleza de la provincia y las particularidades climáticas de Sevilla. "Muy probablemente tenga que ver con las lluvias de abril, la subida de temperaturas antes de lo esperado y la llegada de más aves", explica.
La provincia hispalense reúne todas las condiciones para que haya mayor número de hembras del género Culex, que recargan el virus en las aves. El volumen de aguas estancadas, el río Guadalquivir, las plantaciones de arroz y las temperaturas hacen que “desde el punto de vista medioambiental el ecosistema sea propicio”.
Sin embargo, el adelanto de la temporada, que suele alcanzar su punto álgido entre la segunda quincena de julio y octubre, no tiene por qué suponer un mayor peligro para la población. "Va a depender de las lluvias" y la acumulación de agua estancada. Ahí es donde las hembras crían las larvas, cuyo crecimiento se ve favorecido por las altas temperaturas.
En cualquier caso, según explica Ulises Ameyugo, la "probabilidad" de que se produzca una crisis como la de 2020 es "muy baja". En aquel año murieron siete personas solo en la provincia de Sevilla, con 76 casos registrados en toda Andalucía.
Con una lógica "inquietud" por la dependencia de la naturaleza, este experto asegura que Andalucía tiene todos los elementos para minimizar el impacto del virus. "Lo detectaríamos mucho antes y tenemos claro lo que hay que hacer, desde el punto de vista del paciente y de la vigilancia del entorno, reduciendo inmediatamente las posibilidades de cría de larva y de población de mosquito de adultos", afirma.
Además, recuerda que en Andalucía desde el año 2021, en cada meningitis o meningoencefalits vírica detectada, se descarta el Virus del Nilo como desencadenante. "No es una Enfermedad de Declaración Obligatoria (EDO), pero aquí la tratamos así", dice.
"No hay que tener miedo"
En cualquier caso, para los vecinos de Los Palacios, La Puebla del Río o Villamanrique, municipios actualmente afectados en Sevilla, asegura que "no hay que tener miedo". Simplemente hay que "estar atento" y tener en cuenta una serie de precauciones, especialmente las personas vulnerables, aquellas de elevada edad, con patologías previas e inmunidad débil.
Entre ellas está el uso de repelentes y ropa blanca, que cubra la mayor parte del cuerpo, para los paseos al atardecer, cuando más circulan los mosquitos. Se debe recordar especialmente al hacer senderismo, "su hábitat natural".
La prevención también se puede llevar a cabo en casa con mosquiteras y antimosquitos eléctricos. También hay que evitar dejar luces encendidas y procurar el uso de repelente al cenar en las terrazas.
Asimismo, Ulises Ameyugo recalca que las piscinas no son un problema. En ellas el agua siempre está circulando y el cloro no es cómodo para las larvas. Los mosquitos siempre buscan aguas estancadas para poner sus huevos.
Evitar el agua estancada
Por tanto, el problema sí se traslada a los jardines, donde suele haber plantas o cubos de agua. "Se recomienda una o dos veces a la semana dar una vuelta por el patio o jardín. Si hay agua estancada, se debe quitar o renovar".
"En tu patio puedes estar criando mosquitos. Cuando esa hembra sale de ahí adulta tiene alimentarse y el primer ser vivo que va a encontrar es un humano. Por eso hay que hacer una revisión constante", recuerda.
Fuera del hogar, son los Ayuntamientos de los municipios quienes se encargan de extremar la vigilancia. Antes de que se detecte la circulación, todas las zonas proclives a la cría de larvas ya han sido mapeadas. El objetivo es eliminarlas en esa fase, antes de que se conviertan en adultos, cuando pueden "adaptarse al insecticida". Según el nivel de circulación de mosquitos, la vigilancia se realiza con más frecuencia.
Cuando se detecta un caso, como sucedió en Lebrija con un niño de 5 años en abril, "también hay que reducir la densidad de población de mosquitos adultos". Además, se hace un diagnóstico específico entre el Ayuntamiento y los inspectores de Salud. Se investiga alrededor del caso para detectar "qué se ha podido escapar del programa y localizar refugios".
La mayoría, sin síntomas
Con todas estas acciones, la Junta de Andalucía espera que la incidencia del Virus del Nilo vuelva a ser mínima. Según apunta Ulises, en el 80 por ciento de los casos las personas no experimentan síntomas.
De ellos, un 20 por ciento suele sufrir un pequeño síntoma de fiebre o malestar. Solo un uno por ciento puede desarrollar una meningoencefalitis "si tiene patologías previas". "Es muy poco probable", subraya. Además, los médicos de familia manejan el informe de las zonas donde hay circulación para detectar el virus en sus consultas.
Por estas cuestiones, el peligro de sufrir una enfermedad grave como consecuencia del Virus del Nilo es mínimo en Sevilla. Todo ello, a pesar de que la provincia reúne las condiciones idóneas para que su mosquito transmisor, el Culex, circule con relativa comodidad.