Cada cierto tiempo el calendario hace magia para que coincidan en la misma hoja el Miércoles de Ceniza y el día de San Valentín. En tres días así ocurrirá de nuevo, y al igual que sucedió en 2018, ambas celebraciones coincidirán este 14 de febrero.
Esta víspera de Cuaresma, lo que algunos denominan ‘precuaresma’, comenzó en la ciudad hace semanas, incluso antes de que la carroza del rey Baltasar entrase en la Universidad, cuando comenzaron los primeros cultos del año allá por San Lorenzo.
La Cuaresma es tiempo de conversión. El Miércoles de Ceniza da inicio a cuarenta días para mirar en nuestro interior y poder cambiar para ser mejores. Un tiempo de preparación para lo que vendrá. También lo anuncia el cartel de Semana Santa, pero este año, de momento, no me lo he cruzado por ningún sitio. Los carteles ya no se pegan, se tuitean.
En Sevilla, la ciudad en la que el calendario cambia su medida, los años se miden por eventos, y estos a su vez ponen apellidos a sus días. Enamorados de la Semana Santa. Aquí hablar de Ceniza, Pasión, o Dolores es mucho más que una referencia a un miércoles, jueves o viernes para anunciar aquello que está por llegar.
Lo mismo ocurre con los días de Pregón o Ramos, dos de los domingos más ansiados. Este año, más si cabe, a la espera del mensaje de Juan Miguel Vega, a quien tuve la suerte de maquetar cuadernillos sobre Semana Santa hace más de tres décadas, cuando la publicidad se marcaba en los planillos de los diarios con rotulador rojo. Tiempos pioneros de información cofrade.
Francisco bendice el amor. En sus reflexiones sobre Cuaresma "La ceniza sobre la cabeza nos recuerda que somos polvo y al polvo volveremos. Pero sobre este polvo nuestro Dios ha infundido su Espíritu de vida". Vida y amor. San Valentín tiene la dicha de ser el patrón de los enamorados. Según la tradición, arriesgaba su vida para casar cristianamente a las parejas durante el tiempo de persecución y entregó su vida en martirio, la máxima manifestación del amor.
Día de los enamorados. Cenizas y amor. Hay quien transforma las cenizas del ser amado en anillo o colgante. Incluso alguna empresa ofrece esparcirlas por el aire a través de fuegos artificiales o pintar cuadros con las cenizas del ser querido. Hace poco intentaron llevar a la Luna hasta las de tres presidentes de Estados Unidos a través de la misión ‘Peregrino 1’. Como dicen en ‘X’, ¡Ay, Madre!
Mientras algunos debatirán dentro de tres días entre el ayuno o una cena romántica, otros verán ‘Cenizas de amor’, película dirigida por King Vidor en 1941 que se desarrolla en parte en Boston. Sevilla es más Boston que Filadelfia. Durante estas fechas muchas personas prefieren dedicar su tiempo a los demás, otros colaboran para hacer brillar candelabros. Bastante solidaridad practican ya durante los doce meses del año.
Pensar en los demás es el objetivo intrínseco del proyecto 'De corazón', una idea hecha realidad que pretende hacer resurgir de sus cenizas la vida cotidiana de las monjas que habitan el convento de San Leandro para colaborar en la conservación del edificio e impulsar la terminación de una hospedería para conseguir una “fuente permanente” de ingresos, más allá de las tradicionales yemas, que les permita mantener su vida contemplativa.
Para que ello sea posible, más de un centenar de artistas, pintores, -Manolo Cuervo, Cerezal, Ricardo Suárez, Javier Jiménez Sánchez-Dalp, o ‘el Banksy sevillano’…- escultores y ceramistas han donado sus obras con las que se pretende envolver el claustro de este convento para su adquisición solidaria los días 8, 9 y 10 de marzo.
Coincidí con Mariló Rivera, la promotora de esta “aventura maravillosa” junto al taller de pintura Nuria Postigo, hace meses en una exposición, aunque nos conocíamos a través de las redes hacía mucho tiempo. El año pasado ya hicieron algo parecido a menor escala. Les deseo toda la suerte del mundo, aunque sé que no la van a necesitar porque estamos en tiempo ‘De corazón’. El Miércoles de Ceniza y San Valentín volverán a coincidir en 2029.