Proyección del nuevo estadio Benito Villamarín.

Proyección del nuevo estadio Benito Villamarín. E. E. Sevilla

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Betis y Sevilla reinventan sus estadios para reducir la desventaja competitiva con los grandes equipos de Europa

La modificación del PGOU les permitirá sumarse a las dinámicas comerciales de Inglaterra,que solo habían llegado a algunas ciudades de España.

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El Pleno del Ayuntamiento de Sevilla aprobó este jueves la modificación del PGOU que permitirá a Betis y Sevilla destinar el 30 por ciento de sus instalaciones a usos no deportivos. Es decir, se podrán abrir negocios en los estadios que funcionen todo el año. Hasta ahora eso no era posible.

La norma, apoyada por PP, PSOE y Vox, únicamente rechazada por Podemos-IU, da vía libre a los proyectos de renovación de sus estadios. Sobre todo, porque les permitirá abrir una vía de ingresos extra. Con ella se igualarán a muchos de los grandes equipos de Europa, que ya operaban con esta dinámica.

Los nuevos estadios de Sevilla y Betis podrán alojar en su interior bares, restaurantes, gimnasios y todo tipo de negocios, algunos muy extendidos en el continente, como los palcos VIP que se convierten en oficinas cuando no hay partidos. Lo hace por ejemplo, el Tottenham en Londres. Eso abre un mundo de posibilidades, dicen.

Estadios como el Santiago Bernabéu, el Metropolitano, San Mamés o el RCDE Stadium del Espanyol ya funcionan con esta dinámica en España. También lo hará el nuevo Camp Nou. En San Sebastián, Anoeta también permite un mayor uso de susinstalaciones.

Es a lo que podrán aspirar ahora los dos equipos sevillanos. Los negocios de sus estadios servirán para generar una vía de ingresos fija al margen de la competición. Es una forma común de operar en países como Inglaterra. Así, sus equipos generan mayor volumen de negocio y pueden gastar en traspasos el dinero que no tienen los españoles.

La modificación del PGOU aprobada en el Pleno del Ayuntamiento de Sevilla reconoce como su objetivo "permitir a las instalaciones deportivas singulares, además de usos compatibles que coadyuven a los fines dotacionales, otros usos que favorezcan la gestión, impulso y mantenimiento de dichas instalaciones".

España "se quedaba atrás"

Al respecto, fuentes del Sevilla reconocen que España "se estaba quedando atrás porque en Europa casi todos los estadios tienen explotación 365 días". Hasta ahora, indican, el volumen de negocio extra del club nervionense era muy reducido en comparación con los competidores europeos.

En los últimos años, el club nervionense ha albergado pequeños conciertos de Candlelight (música clásica a la luz de las velas), la competición The Burger Champions, entre otros eventos. Ninguno de ellos era permanente. La norma local no lo permitía.

El anteproyecto del nuevo estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, no tiene todavía fecha definitiva. En principio se prevé el inicio de las obras para 2026. Contempla la inclusión de un auditorio con capacidad de entre 500 y 800 personas. También contará con salas más pequeñas para dar cabida a todo tipo de necesidades comerciales.

Tendría un nuevo museo que se mezclaría con la nueva tienda en los bajos de Gol Sur. En las terrazas de la misma gradas, se explotarían locales comerciales. Pueden ser de restauración, con espacio para veladores, o de otro tipo.

Indican desde el Sevilla que los sectores más interesados son los relacionados con el deporte. Por ello, es muy posible que el estadio acoja gimnasios. Las guarderías son otra posibilidad.

Restauración y negocios deportivos

El proyecto del Betis está mucho más avanzado. El comienzo de las obras está mucho más cercano. Comenzarán cuando termine la temporada 2024-2025 en junio. Entonces se mudarán a La Cartuja hasta 2027.

El nuevo Benito Villamarín, que conservaría su misma capacidad, albergará un Betis Sport Bar en la zona de Fondo. Por su parte, los diversos locales de restauración se repartirían por la zona pegada a Heliópolis. Al igual que el Sevilla también incluirá una sala multifuncional destinada a eventos fundamentalmente corporativos.

El resto de negocios se ubicarán en el edificio que se levantará en la explanada de acceso. Se descartó un centro comercial, pero se contempla un hotel, clínicas de fisioterapia y gimnasios.

Reuniones con vecinos

Es en este terreno donde el Betis se ha encontrado con una fuerte oposición vecinal. Diversas asociaciones de la zona creen que la nueva construcción, de 31.500 m2 y hasta 47 metros de altura reduciría la capacidad de evacuación en un espacio ya limitado.

También alertan de la sobreexplotación de un barrio donde se generaría más tráfico debido a una mayor activiad diaria. Igualmente recuerdan que es una zona con valor patrimonial, legado de la Exposición Iberoamericana de 1929.

A lo largo del 2024, el Betis se reunió en varias ocasiones con los vecinos y está previsto que se celebren nuevos encuentros en 2025.

Conciertos puntuales

También preocupa que se puedan celebrar conciertos y que suceda algo similar a lo del Santiago Bernabéu. Sin embargo, no es una vía de negocio prioritaria para ambos equipos, según las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL.

Se limitarán a algunas ocasiones puntuales, como ya hacían. En el caso del Betis, solo en la ventana entre el final de temporada y el inicio del verano, cuando se produce la resiembra del césped y se puede pisar, explican.

La modificación del PGOU aprobada por el Ayuntamiento de Sevilla, no cambia nada este punto. Betis y Sevilla ya estaban habilitados para celebrar conciertos en sus estadios, si cumplían sus respectivos permisos.

En cualquier caso, la nueva norma se presenta como un filón económico. Betis y Sevilla tendrán vía libre para sacarle todo el jugo a sus nuevos estadios, ponerse al nivel de los grandes equipos europeos y reducir la desventaja competitiva en la que, como otros equipos de La Liga, están inmersos.