El embalse del Gergal en Guillena, desembalsando agua tras las lluvias de la borrasca Garoé.

El embalse del Gergal en Guillena, desembalsando agua tras las lluvias de la borrasca Garoé. EP Sevilla

Sevilla

El fantasma de la sequía sigue vivo en Sevilla: "Tiene que llover lo que no ha caído en tres años"

Con dos de los embalses llenos, el consumo está garantizado, pero todavía no se ha cubierto el déficit de los periodos anteriores, según indican desde la AEMET.

Más información: ¿Hasta cuando va a llover en Sevilla? Llega una nueva "superborrasca explosiva" con más precipitaciones y vientos

Sevilla
Publicada

Las lluvias de los últimos días no permiten que Sevilla abandone definitivamente la sequía. Al menos no se puede tomar esa conclusión desde el punto de pista meteorológico, a pesar de que dos pantanos hayan empezado a desembalsar agua. "Tiene que llover lo que no ha llovido en tres años", dice Juan de Dios del Pino, delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en Andalucía.

Para medir esta situación, se utilizan diferentes indicadores. Algunos de ellos tienen en cuenta las lluvias del último año, pero generalmente se tienen en cuenta periodos más largos, de tres años.

Es por ello que hay que esperar para afirmar que el periodo de sequía ha finalizado. "Hay que comprobar si esa lluvia de los últimos años se ha repuesto", indica Del Pino. También hay que evaluar "si ha vuelto a llover de manera normal", una anomalía que todavía no se ha superado.

"Con el índice a tres años a fecha del mes pasado, todavía no se han igualado" los datos de anteriores periodos. No obstante, los últimos periodos de lluvias, entre ellos los de la borrasca Garoé han permitido que la situación mejore.

Según explica Del Pino, se ha pasado de tener un tiempo "extremadamente seco a seco". El 2024, además, fue "un año normal" en cuanto a lluvias.

Periodos de abundantes lluvias

De hecho, se sucedieron diversos periodos que permitieron superar los datos de años anteriores. Primero llegó la borrasca Karlotta en febrero que dejó acumulados de hasta 91 milímetros en estaciones como la de Tomares. Luego, llegó Nelson, el temporal que arruinó la Semana Santa. En Cazalla de la Sierra llegaron a caer más de 100 milímetros.

Por su parte, en octubre la DANA de Valencia también tuvo su impacto en Sevilla. Dejó una media de 97 mm en toda Andalucía. Morón de la Frontera llegó a acumular hasta 81 litros por metro cuadrado. Por su parte, en el mismo mes, llegó Berenice. Dejó hasta 110 milímetros en pueblos como Guadalcanal.

Tras unas Navidades fundamentalmente secas, la borrasca Garoé ha seguido la tónica marcada en los últimos meses de 2024. El mayor acumulado se registró el pasado lunes en Carrión de los Céspedes con más de 73 milímetros.

Este mismo jueves en Cazalla de la Sierra cayeron 44 milímetros. Para los próximos días se esperan más lluvias de la mano de la borrasca Éowyn, aunque este viernes hay una tregua.

La evolución debe seguir

Sin embargo, estos periodos de lluvias intensas no permiten dejar atrás la sequía todavía. El ritmo "normal" del 2024 tiene que seguir repitiéndose en 2025 y 2026.

Incluso si se repone lo que no ha llovido en tres años, hay que vigilar si en los siguientes meses se mantiene la misma evolución. "Lo mismo deja de llover", dice Juan de Dios del Pino, lo que supondría una vuelta atrás.

En cualquier caso, Sevilla está "en el buen camino" para dejar atrás la sequía. Lo demuestran los datos de los embalses de la red de Emasesa, que están al 70 por ciento.

Consumo para cinco años

El más grande de la provincia ha empezado a desembalsar agua al llegar al límite de su capacidad, con 185,6 hectómetros cúbicos. Es la segunda vez que lo hace en la historia. Lo mismo ha sucedido con el del Gergal, que ha alcanzado los 35,04. El de Minilla está al 82,6 por ciento. Más lejos están el de Cala (55,6 por ciento) y el de Aracena (47,8).

Desde el lunes al jueves, los embalses de Emasesa han recogido 60 hectómetros cúbicos, lo que equivale a seis meses de consumo para el área metropolitana de Sevilla.

En total, hay 448,29 hectómetros cúbicos. Está garantizado el consumo para cinco años. Las restricciones, que desaparecieron en abril, cuando se estaba en prealerta, ya quedaron muy atrás.

Sin embargo, que el abastecimiento de agua esté asegurado para un largo periodo no es sinónimo de que la sequía haya finalizado, tal como indican los meteorólogos. La realidad puede ser diferente para otras actividades como la forestal o la agricultura. La Tierra sigue sin tener la cantidad suficiente de agua para todos los usos, según apuntan desde la AEMET.

La provincia de Sevilla, así como el resto de Andalucía, necesita que los periodos de lluvias abundantes sigan repitiéndose durante los próximos meses. Solo así se podrá dejar atrás definitivamente una sequía que ha comprometido su desarrollo en los últimos años.