El municipio onubense de Almonte es uno de los más especiales de España por varios motivos. En primer lugar porque en él se encuentra la aldea de El Rocío, en la cual se realiza anualmente una de las romerías religiosas más grandes del país. Además, en Almonte se encuentra gran parte del Parque Nacional de Doñana, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Pero la magia de Almonte no queda ahí, ya que cuenta con extensas playas de arena dorada que hacen de este pueblo un magnífico destino de vacaciones. Estas playas son una de las opciones por la que más apuestan los sevillanos para descansar y disfrutar. Son las más cercanas a Sevilla, a menos de 100 kilómetros de la capital andaluza.
Entre los muchos hispalenses que eligen las playas de Almonte como lugar de vacaciones, hay varios famosos. Son el destino habitual de Pastora Soler y Morante de La Puebla, entre otras caras conocidas.
Matalascañas
Es la playa más famosa y emblemática de Almonte. Matalascañas no es solo una playa, también es una zona costera y comercial que llena todos los veranos sus cinco kilómetros de arena de visitantes de toda España, aunque su principal público son los sevillanos.
Es el núcleo de población más cercano al Parque Nacional de Doñana, algo que hace más especial aún a su playa. En ella se pueden disfrutar de unas preciosas puestas de sol y de una rica gastronomía en cualquiera de sus chiringuitos, como La Cabaña, Los Pepes o Ambos Mundos.
Torre La Higuera
Es la playa continua a Matalascañas. Denominada así debido a la Torre Almenara del siglo XV que se halla en la orilla. Hoy parece más bien un tapón gigante, como se conoce comúnmente a esta ruina de la torre vigía. En su momento, estuvo integrada en un conjunto de once torres estratégicas que vigilaban el litoral de Huelva.
En la actualidad, la Torre de la Higuera yace parcialmente en la orilla de la playa de Matalascañas. Se desconoce a ciencia cierta qué derribó el torreón, aunque tradicionalmente se ha dicho que fue el terremoto de Lisboa de 1755.
Cuesta Maneli
A esta playa se accede a través de una pasarela de madera que discurre desde el aparcamiento. Se trata de un agradable paseo para los amantes de la naturaleza, ya que cuenta con un camino de 1,5 kilómetros aproximadamente, que se extiende por las dunas colonizadas por pinos y matorral mediterráneo.
Es una de las mejores opciones para quienes buscan tranquilidad. Al ser su acceso algo más complejo, son menos las personas que se decantan por esta playa, lo que hace que sea un paisaje casi desértico. Ideal para el descanso y el relax.
Castilla
Localizada en el Parque Natural de Doñana, la playa de Castilla es una playa de acantilados muy abruptos e inmensas dimensiones, donde habitualmente se practica el nudismo.
Es otra de las playas almonteñas que componen el amplio abanico para que los visitantes puedan elegir. Y es que este municipio ofrece en verano todo tipo de playas, aptas para planes familiares, con amigos o en pareja. También es posible encontrar oasis casi desiertos como playa Castilla donde se puede disfrutar al máximo de la comunión con la naturaleza.