Amorino Galeto abrirá una nueva tienda en Sevilla. Lo hará en la avenida de la Constitución, en el local que, hasta el pasado 26 de febrero, ocupaba la tradicional zapatería Nicolás.
Esta heladería será la quinta que se abra en el mismo tramo de la avenida de la Constitución. Este tipo de negocios se han multiplicado al calor del turismo y se reproducen cerca de la Catedral, el Alcázar, la avenida o el Arenal.
De hecho, Amorino tiene ya otras tres heladerías en Sevilla, una a escasos metros de la que va a abrir. Está en la calle Granada. Tiene otra cerca, en la Plaza Nueva. Y otra más en la calle Alemanes.
No distan más que una decena de metros entre sí y se unen a esta nueva apertura que los albañiles ultiman estos días y que en su web anuncian como "apertura próxima".
A esas se suman las de otras cadenas que venden, en verano, otoño, invierno y primavera, helados desde sus espacios, muchos de ellos con una estética muy similar: colores claros, terminología en italiano y clientes, casi siempre, extranjeros.
Desde 2002
Amorino, explican sus fundadores, nace en 2002. Entonces abre su primera tienda en París. En 2008 llegan las franquicias. En cartera tienen 36 sabores de helados, presumen.
Además, destacan, están en 18 países, donde venden sus productos. La red de franquicias, subrayan, tiene 250 ciudades en todo el mundo y, aseguran, venden 120 conos cada minuto.
Otra heladería en la avenida de la Constitución.
También despachan 3,5 millones de macarons rellenos de helado al año. Porque ese es, justamente, uno de sus productos estrella. El otro, el que sus helados tienen forma de flor. Es, aseguran, algo que solo puede hacerse con su "conocimiento" y sus "ingredientes".
Zapatería Nicolás
Esta franquicia italofrancesa viene a ocupar el local que, durante 80 años, fue la zapatería Nicolás. La firma de calzado, que estuvo casi un siglo en esa ubicación, sigue abierta en sus otras tiendas de la ciudad, pero dejó este espacio a primeros de año.
Siguió la estela de otros comercios tradicionales como O´Kean o Gallardo, recordaba la familia dueña de Nicolás. Cuatro meses después de que se marcharan de la avenida de la Constitución, ya tienen sustituto. Otra heladería. La quinta en cien metros.
Porque cerca del Ayuntamiento, a poca distancia de esta franquicia, se prepara la apertura de una nueva. No tiene por ahora nombre en la fachada más allá de 'Gelato'.