La Feria de Abril salió ardiendo en 1964. Aún se celebraba en su enclave original, en el Prado de San Sebastián, junto a la Fábrica de Tabacos, en lo que en su día eran los exteriores de la ciudad. Hubo un muerto y 50 heridos.
El fuego se inició en una caseta y llegó a destrozar casi 70. Fueron 67 las dañadas por las llamas, según fuentes del Ayuntamiento de Sevilla. Pero la música paró muy pocas horas.
Las justas para que, gracias a la solidaridad de los sevillanos, se levantaran de nuevo las casetas y se pudiese seguir la fiesta. "La Feria de 1964 se siguió celebrando", recuerdan desde el Consistorio, pese al incendio. De hecho, añaden, hubo más público después de las llamas que antes.
No es la única historia curiosa que se ha dado en el Real. Ni en el de Los Remedios, donde se celebra la Feria de Abril desde 1973, ni en el Prado, donde se llevó a cabo desde sus inicios, como feria de ganado, en el siglo XIX.
Un vasco y un catalán
El origen de la Feria de Abril también es curioso. No la creó un sevillano. Ni un andaluz. Es obra de un vasco y un catalán. Los brindis de rebujito o manzanilla de este año se pueden hacer a nombre de José María Ybarra (vasco) y Narciso Bonaplata (catalán), quienes fundaron la fiesta.
En realidad no la fundaron sino que la recuperaron, porque el permiso para celebrar una feria en Sevilla, señalan desde el Ayuntamiento de la capital andaluza, es del sigilo XIII.
Lo otorgó el rey Alfonso X el Sabio en 1254. Y la recuperó la reina Isabel II, quien otorgó una feria en abril y otra en septiembre, la de San Miguel en 1847. Esta será la Feria 177. Solo quedan 23 años para los dos siglos de historia de la Feria de Abril de Sevilla.
Las casetas más antiguas
Primero en el Prado, desde el 73 en Los Remedios, ha habido Ferias de muchos tipos. Muchos sevillanos recuerdan las de los primeros años 90 porque no había caballos. Los jinetes y coches de caballos pueden pasear por el Real durante el día. Pero a las ocho de la tarde han de marcharse.
Pero en 1990 no hubo caballos ni de día ni de noche. La razón, una enfermedad: la peste equina. Las medidas higiénicas evitaron la presencia de caballistas y amazonas por el Real.
En la Feria de Abril hay casetas más nuevas y más viejas. Más familiares o menos. Pero solo hay dos que pueden presumir de ser las más antiguas. Se trata de las que están en la calle Joselito el Gallo en los números 39 y 41.
Esas dos, recuerdan en el Ayuntamiento de Sevilla, fueron las dos primeras que se montaron en el Real de Los Remedios. Las primigenias, las de mayor antigüedad.
Durante la Guerra Civil
La Feria, que va camino de los 200 años, ha pasado por monarquías, dictaduras y repúblicas. También por la Guerra Civil. Pero esos años (1969 a 1939) no se celebró. La del 36 sí porque el golpe de Estado fue en julio y la Feria, en abril.
La II República sorprendió a los sevillanos ultimando los detalles de la Feria de 1931. Cuando se dieron cuenta de que el Rey estaba en el exilio y España ya no era una monarquía, alguien pensó: ¿Y todas las banderas con la corona?
Rápido y corriendo el Ayuntamiento compró nuevas enseñas y consiguió tener el Real listo para la fiesta. "El Consistorio, recién estrenado, se gastó la friolera de 13.250 pesetas en banderas", señalan desde la corporación municipal.