El torero Sebastián Castella pasea una oreja el Domingo de Resurreción en Sevilla.
Tarde fría de Domingo de Resurrección en Sevilla a pesar de las orejas de Castella y Roca Rey
Morante se fue de vacío en una tarde en la que se le vio con ganas en su reaparición en Sevilla.
31 marzo, 2024 22:39Tarde aciaga en Sevilla el Domingo de Resurrección, a pesar de que la lluvia amainó en el momento justo y las sendas orejas que cortaron Sebastián Castella y Roca Rey.
Supieron a poco en una tarde fría en todos los sentidos en las que Morante de la Puebla se fue de vacío. Se le vio con ciertas ganas en su reaparición en Sevilla, tras causar baja en sus dos citas de días anteriores, aunque también con un halo de tristeza que nos inquieta a todos. De ahí también la frialdad.
Tampoco acompañaron los toros de García Jiménez (Matilla). Ni por presentación, ni comportamiento. Tampoco por los nombres. Dos 'Esaborio' -se llamaban igual- les tocaron a Morante y un 'Amargado' a Roca Rey, aunque este sí sacó clase y buen fondo.
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También las bajas temperaturas crearon un ambiente más bien gélido y húmedo en una tarde que terminó con la noche cerrada al retrasarse 35 minutos por un aguacero que cayó con la lona quitada antes de tiempo.
El toro que inauguró la temporada en Sevilla, ese primer 'Esaborio', hizo honor a su nombre. El sardo manseó en los primeros compases, con el capote Morante intentó mecerlo a la verónica, pero sin continuidad. Tres lances sí tuvieron sabor, pero una de las veces ya en los medios casi lo arrolla con sus ganas de buscar las tablas. Se desmonteraron Curro Javier y Alberto Zayas.
El torero Morante de la Puebla da un pase de pecho el Domingo de Resurrección en Sevilla.
Con la muleta, Morante intentó componerse para extraerle algo de jugo por el derecho, pero tuvo muy poca transmisión y poca formalidad. Pinchó y fue silenciado.
También hizo gala a su nombre el segundo 'Esaborio', aunque este sí le permitió lucirse un poco más por verónicas por el pitón derecho, imposible por el izquierdo. El animal se vino arriba en banderillas con dos buenos pares del nuevo en la cuadrilla, Joao Ferreira. Con la franela, Morante lo volvió a intentar con mucha suavidad, pero al animal le costaba mucho. De hecho, en uno de los muletazos se cayó redondo.
'Raleo', el segundo toro, echó las manos por delante en el capote de Sebastián Castella. En banderillas apretó hacia adentro y el subalterno José Chacón siempre intentó alargarle la embestida. Con la muleta intentó imponerse a su aspereza y por el izquierdo fue capaz que el animal empezara a entregarse.
La música estuvo rápida, aunque después acertó porque Castella dio su mejor versión con un toreo muy firme, muy cruzado y de mucho esfuerzo. Tiró de técnica el francés para extraerle al animal lo más potable que llevaba dentro también por el pitón derecho, dejando muletazos largos y templados a pesar de su brusquedad.
Le valió la pena porque tras una buena estocada volaron los pañuelos y cortó la primera oreja de la temporada sevillana. Con el quinto quien se lució fue Chacón con los palos. Castella brindó al público a un toro que nunca llegó a entregarse y con el que lo intentó por todos los medios hasta pasarse de faena.
El toro de nombre 'Amargado' finalmente fue devuelto a los corrales por inválido. En su lugar salió 'Frangueado', el que sacó mejor fondo de la corrida. Por el capote de Roca Rey pasó sin pena ni gloria, pero en la muleta del peruano sí tuvo nobleza y calidad.
Lo llevó siempre a media altura y sin apretarle, hasta que en la tercera serie rompió la faena, con mucho temple, suavidad, pero con poco ajuste, que el público apreció. Al natural subió la intensidad, aunque al toro le quedaba menos gas, que el peruano aprovechó para apretarle en distancias cortas.
El torero Roca Rey torea con la muleta el Domingo de Resurrección en Sevilla.
Le cortó una oreja tras estocada entera, aunque tuvo que escuchar algún que otro grito de ¡Viva Daniel Luque! por el veto hacie al torero de Gerena, el primer nombre que se barajó para la tarde taurina más importante de la temporada sevillana.
Cuando salió el sexto, la tarde ya se iba por el desfiladero. En su lugar salió el segundo sobrero de la ganadería de Román Sorando, que pasó también sin pena ni gloria. El toro reseñado estaba congestionado y no consiguió levantarse. Roca Rey lo intentó, pero la gente ya pensaba más en llegar a casa a ponerse el calentador que en el esfuerzo que había hecho el peruano.
