El mejor cóctel de Sevilla se sirve en este bar que enamoró a la Duquesa de Alba y Uma Thurman
Se trata del local con la decoración más cofrade de la ciudad por el que ha pasado, entre otras, Uma Thurman.
19 marzo, 2024 05:45El cóctel más original de Sevilla no es una ginebra con mil ingredientes ni tampoco un ron con cosas. Es más barroco aún: se llama sangre de Cristo y lo sirven en un bar escondido en el Centro de la ciudad por donde han pasado, entre otros, a actriz Uma Thurman.
En este bar, el Garlochí, se juntan parroquianos de toda la vida con los turistas que, avisados por algunas guías, quieren comprobar que lo que han leído es cierto: los clientes beben bajo la atenta mirada de Jesucristo, la Virgen o la Duquesa de Alba.
El bar es uno de los pocos ejemplos donde los santos y las vírgenes están junto a las botellas de whisky y ron. Con una especie de horror vacui, el dueño, Miguel, quien también ejerce las veces de portero a ratos, lo ha llenado con decenas de objetos sagrados.
Algunos de los adornos no son devociones religiosas. Es el caso del cuadro de la Duquesa de Alba que cuelga en la pared, según se entra a la derecha.
Sin huecos
Todas las paredes están enteladas o pintadas y abunda el dorado y las puntillas. No hay un espacio libre.
De hecho, hasta el baño llega este barroco pío del Garlochí: si el cliente levanta la vista ve cómo el techo tiene un paño de colores y una lámpara impropia para un espacio tan pequeño.
En ese escenario es donde se bebe la sangre de Cristo. Que, lógicamente, no es sangre ni es de Cristo. Es una mezcla de whisky, cava y granadina cuyo color llevó a ese nombre.
Sin comida
Además de ese combinado, en el bar se beben copas largas. Pero no se come. Para eso, hay otros bares. En este no se estila.
Su ubicación, en la trasera de la Plaza de la Alfalfa, le deja cerca de la Catedral y de la Plaza del Salvador. También de San Pedro. Pero hay que tener claro donde se va, porque, desde fuera, no es tan fácil de distinguir.
La sorpresa empieza al entrar. Allí hay sevillanos -es cierto que no tantos como antes- y extranjeros -que van creciendo-. Pero el sitio mantiene su ambiente local.
Milagro pagano
Cuando la noche avanza, y si el ambiente es bueno, puede que ocurra el milagro pagano del Garlochí y Miguel rompa a contar historias o a vestir a una clienta de Virgen dolorosa.
Lo primero es un espectáculo para los oídos. El dueño conoce a media España y aunque es discreto y nunca da nombres, siempre tiene una anécdota divertida.
Lo segundo es lo que le pasó a la actriz Uma Thurman. La llevaron a conocer el local y su imagen vestida de Virgen dio la vuelta al mundo. Hubo en Sevilla quien no lo entendió. En el Garlochí siempre defienden que lo hacen con respeto, para que la gente entienda lo que es vestir a una Virgen.