El mejor salmorejo de Sevilla puede levantar recelos. La receta se identifica con Córdoba, pero en la capital andaluza se sirven algunos de categoría. En algunos sitios, desde hace siglos.
Es el caso del bar que mejor salmorejo prepara de Sevilla. Al menos, uno de los mejores, porque en este plato la competencia es feroz (el Rinconcillo, bar Alfalfa, el Eslava...). Pero este establecimiento tiene el encanto de más de 600 años. Quizás no sea exactamente el mejor, pero sí es el más peculiar.
El local abrió sus puertas en 1386, a finales del siglo XIV. Cuando se inauguró ni España era España: la Reconquista no había terminado. A los Reyes Católicos les quedaba más de cien años para hacerse con Granada cuando en el Centro de Sevilla ya se despachaba en este bar.
Porque el mejor salmorejo de Sevilla se puede probar en Las Escobas, un bar que tiene siete siglos de historia. Ha visto pasar cuatro dinastías: los Trastamara, los Austria, un Saboya y los Borbón. Han sido testigos de guerras, paces, plagas y celebraciones. Tienen casi 650 años, lo que les convierte en el bar más antiguo de España y uno de los más añejos de Europa.
El mejor salmorejo de Sevilla
El mejor salmorejo de Sevilla -o uno de los más pintorescos- no tiene mucho misterio y, sin embargo, sí. Porque es una receta clásica, sin añadidos ni modernidades. El que se ha hecho toda la vida. En el caso de este bar, esa frase es más cierta, porque son casi 700 años de "toda la vida".
Las Escobas se inició, en realidad, como despacho de vinos que se abrió en una espartería que regentaba un antiguo escobero. De ahí el nombre. Siendo el primer "bar", pronto fue punto de reunión de la ciudad.
Por el bar que mejor salmorejo sirve en Sevilla pasaron todos los que eran alguien y también muchos clientes anónimos. Siete siglos dan para mucho. Ahora mezcla la clientela local, que sabe encontrarlo en la calle Álvarez Quintero, cerca de la Catedral y algún turista orientado, que entra y descubre su historia.
Receta del siglo XIX
En este bar con siglos de historia, en realidad, no hacen salmorejo desde sus inicios. Sobre todo porque es una receta del siglo XIX. Sus ingredientes son básicos: tomate, pan, aceite de oliva y sal. También se le pone un poco de ajo al gusto, pero cuidado, poco lo deja soso; mucho, incomible.
La calle donde se ubica es buena idea no solo para ir a probar el salmorejo de Las Escobas. También para pasear porque está a un tiro de piedra de la Catedral, del barrio de San Cruz y del Alcázar.
Las Escobas ha ido pasando de manos hasta sus propietarios actuales pero lo que no pierde es el peso de la Historia. Casi 700 años después sirve uno de los mejores salmorejos de Sevilla y, desde luego, el que tiene más encanto.