San Francisco Javier se reabre este martes a la circulación, aunque solo para residentes, taxis y autobús

Nervión se encuentra ya en camino de recuperar la normalidad tras más de un año de obras y cortes de circulación. Este martes, la avenida de San Francisco Javier se reabre a la circulación para residentes, Tussam y taxis, con un carril por sentido.

Será la primera vez que se vean coches en la avenida desde que en marzo de 2022 se cortara la calle a raíz del inicio de las obras del tranvía. La ampliación de las vías hasta la Estación de Santa Justa ha provocado el cierre de la avenida, además de su continuación hacia Kansas City, la calle Luis de Morales. 

Lo cierto es que la avenida de San Francisco Javier se abrió este verano en el tramo que va desde Ramón y Cajal hasta el Vedruna, pero no es hasta ahora que se recupera la circulación en toda su longitud. No obstante, serán los residentes y usuarios de transporte público los únicos que podrán disfrutar de la reapertura; eso sí, de manera temporal. 

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En cualquier caso, desde el Ayuntamiento consideran que esta actuación "mejorará las comunicaciones" del entorno de Nervión en su conjunto, ya que descongestionará el tráfico de las principales vías del barrio. 

La vía se reabre una vez se han completado los trabajos de pavimentación y se ha llevado a cabo la señalización horizontal y vertical. Aún queda pendiente de instalar el alumbrado público definitivo, motivo por el que solo podrán transitar residentes y servicios públicos mientras no se sustituya el alumbrado de obra. 

Con todo, para reforzar la visibilidad de tránsito, se ha complementado la señalización horizontal con captafaros a todo lo largo del borde derecho del carril-bus habilitado para la circulación.

La circulación de Nervión está aún lejos de recuperarse. Las obras del tranvía continúan en la calle Luis de Morales, y en su siguiente fase se extenderán hacia Kansas City. Pero no todos los cambios han sido perjudiciales. Con la reordenación del tráfico se ha abierto Eduardo Dato, en sentido hacia la Gran Plaza, por la que antes solo podían circular transporte público, residentes y vehículos eléctricos.