Tras interpretar un personaje secundario en 19 episodios de la mítica Cheers, Kelsey Grammer pasó a protagonizar en 1993 su propia serie, en la que el psiquiatra Frasier Crane dejaba Boston para irse a vivir a Seattle, su ciudad natal. Desde entonces, sigue teniendo el título del spin-off más exitoso de la historia de la televisión.
107 nominaciones a los premios Emmy y 37 estatuillas (cinco consecutivas a la Mejor Serie de Comedia) le dieron el reconocimiento de la industria, pero Frasier también contó con el cariño y la fidelidad del público, que la acompañó hasta su último episodio en 2004, que reunió a más de 32 millones de espectadores, convirtiéndose en el segundo final de serie más visto en la década de 2000, solo por detrás de Friends.
En aquella serie, Frasier dejaba Boston para reinventarse en Seattle como locutor de un programa de radio, una nueva vida que se complica rápidamente cuando su padre Martin (John Mahoney), un expolicía retirado tras resultar herido en el cumplimiento del deber, se muda al que iba a ser su apartamento de divorciado/soltero.
[John Stamos recuerda cómo le defendió Matthew Perry tras su vergonzoso cameo en 'Friends']
Además de su trabajo en la radio y sus divertidas conversaciones con Roz (Peri Gilpin), su productora, Frasier también intentaba encontrar tiempo para el romance, mientras lidiaba con su hermano menor, Niles (David Hyde Pierce), también psiquiatra y tan sibarita, petulante y neurótico como él, que se enamora de Daphne (Jane Leeves) la asistente británica que cuida Martin.
En esta nueva versión de la clásica comedia, que llega 20 años después del final de la primera, Frasier vuelve a reinventarse. El personaje deja Seattle tras la muerte de su padre (Mahoney, el actor que lo interpretó en 11 temporadas falleció en 2018) y empieza a trabajar como profesor en una universidad de Boston, mientras intenta conectar con su hijo adulto, Freddy, interpretado por Jack Cutmore-Scott.
En el tercer acto de la vida del protagonista, los espectadores de la serie original reconocerán al Frasier de siempre, pero rodeado de nuevos personajes con los que se intentan replicar algunas de las dinámicas de antaño. Si antes tenía una relación complicada con su padre, ese lugar de persona "corriente y de gustos ordinarios" de la que está distanciado y con la que le cuesta reconectar lo ocupa su hijo.
Junto a Grammer y Cutmore-Scott, el elenco de esta nueva serie está encabezado por Nicholas Lyndhurst como Alan, un viejo amigo de Frasier en la universidad convertido en profesor; Toks Olagundoye como Olivia, directora del departamento de psicología de la universidad; Jess Salgueiro como Eve, la compañera de piso de Freddy; y Anders Keith como David, hijo de Niles y Daphne, y sobrino de Frasier.
['Yellowstone' retrasa un año más su final y anuncia dos nuevos spin-offs, '1944' y '2024']
Aunque en sus primeros episodios esta vuelta no consigue estar a la altura del recuerdo, Kelsey Grammer demuestra que sigue siendo un genio de la comedia de situación capaz de compensar con su carisma las irregularidades de la serie.
Es difícil imaginar que los nuevos personajes consigan reemplazar las divertidas dinámicas establecidas por sus predecesores, y será especialmente difícil (quizá imposible) llenar el vacío de Martin y Niles, pero esta dosis de 25 minutos semanales de series como las de antes tiene mucho de reconfortante. A veces no hace falta más.
Los dos primeros episodios de la nueva 'Frasier' ya están disponibles en SkyShowtime junto a las 11 temporadas de la serie original.