SkyShowtime sigue apostando por la ficción española. Después de otros títulos como Bosé, la plataforma acaba de estrenar Las invisibles, una serie creada por Héctor Lozano (Merlí: Sapere Aude) y dirigida por Menna Fité que protagonizan Lolita Flores, María Pujalte, Yoshira Escárrega, Paula del Río, Paula Mirá, Yaël Belicha y Elena Irureta.

Gira en torno a un grupo de camareras de piso que limpian las habitaciones de un hotel de lujo en el Mediterráneo, mientras intentan reestructurar sus propias vidas. La historia retrata la realidad de unas mujeres que luchan por ganarse la vida pero que siempre tienen un momento para sonreír.

Esta serie está compuesta por ocho episodios y ofrece una gran dosis de optimismo, en un mundo en el que confluyen los pequeños placeres de la vida y la capacidad de superación, la dignidad, el amor y el ensueño musical.

Con motivo del estreno de Las invisibles, SERIES & MÁS | EL ESPAÑOL habló con María Pujalte y Lolita Flores sobre los personajes a los que interpretan, cómo la realidad cala en la ficción y otros retos del rodaje.

Las protagonistas

A lo largo de la serie, los espectadores conocerán a Espe (Lolita Flores), la líder de las camareras de piso del hotel y la más veterana, y también capaz de resignarse y seguir adelante, viviendo al día. Siempre dice lo que piensa sin tapujos, aunque con la gobernanta prefiere ser prudente, por miedo a perder el trabajo, ya que tiene un nieto al que debe criar. 

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Por suerte, cuenta con el apoyo de su amiga Isabel (María Pujalte), una mujer con pocas aspiraciones en la vida, excepto poder vivir tranquila y jubilarse. Su rutina se rompe cuando su hermano Jesús (José Troncoso), que está en apuros, le pide instalarse a vivir con ella.

Sobre este personaje, Pujalte añadió algo más, revelando que "tendrá que arrastrar un secreto y una lucha interna" después de que "la abandonen por despecho" y la dejen "hundida en un 'pufo' de deuda". "Ella investiga, que yo creo que eso le viene de Los misterios de Laura [en referencia al papel que hizo Pujalte en la otra serie], para ver qué es lo que de verdad pasó", quiso adelantar Lolita Flores.

Creando conciencia

Aunque no deje de ser una ficción, Las invisibles refleja una realidad infrarrepresentada en pantalla: la de las camareras de hotel o kellys. "Te vuelves más consciente. Creo que somos muy educadas las dos. A mí me han educado diciéndome 'ahí donde vayas, mejor que en tu casa'", contó Pujalte.

"¿Alguna vez habré dejado más porquería de lo normal en alguna habitación? Seguramente. No me acuerdo. Por lo menos lo intento. Intento ser responsable y no dejarles la habitación hecha un cristo", quiso recordar Flores, reconociendo ser más consciente también de esta realidad.

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"Teníamos ahí a Rocío, que fue nuestra coach y que fue camarera de piso muchos años", dijo Pujalte sobre el proceso de dar vida a los personajes. "Ella nos asesoraba y nos contaba muchas cosas".

"Yo no me he documentado, pero sí estuve en las clases que nos dio. Nos contaba sus anécdotas y cómo se hacía una habitación y el tiempo que tenía. Tenían ocho o diez minutos para hacerla entera, pasando la fregona, limpiando espejos, tirando bolsas de basura, cambiando toallas y sábanas... No es como en casa, que duermes con el edredón y lo sacudes y ya está hecho. Ahí había que cambiar desde la funda del colchón hasta la tela de arriba", describió Flores a continuación.

"Esta serie va dedicada, por supuesto, a las camareras de piso, pero también a todas las limpiadoras, a las que limpian detrás de nosotros en casa, en los colegios, en los portales. A todas las que se dedican a limpiar", añadió Lolita Flores, reivindicando que la mejor forma de ayudarles es tratando de "ser más limpios y más condescendientes con esta gente, que al fin y al cabo hacen un servicio para nosotros".

Escenas musicales y camaradería

Una de las cosas que destacan de Las invisibles es su forma de incluir escenas musicales para aliviar y darles un respiro a los personajes, combinando diferentes estilos y géneros musicales en los que las protagonistas se animan a bailar juntas.

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Lolita Flores describió estas secuencias como "ensoñaciones", pero admitió que fue algo que le costó bastante. "Llevo bailando toda mi vida sola, pero bailar en grupo se me da fatal. Me he entregado al baile, pero lo mío es bailar sola, lo tengo clarísimo", explicó. 

Por otro lado, María Pujalte quiso destacar la "camaradería" que surge entre los personajes. Según ella, surge un "buen rollo porque son amigas desde hace mucho tiempo. Se pelean, se dicen las cosas a la cara y se buscan cuando sienten que el otro necesita ayuda".