Hay que decirle adiós a Frank Underwood. Tras seis temporadas y anchos éxitos -ojo, decrecientes, al menos en cuanto a la pasión de la crítica-, Netflix ha decidido ponerle fin a la serie protagonizada por Kevin Spacey y Robin Wright. Tal y como informa The Hollywood Reporter, la plataforma de streaming ha hecho pública esta resolución en un polémico momento: justo cuando se ha denunciado públicamente al flamante protagonista por acoso sexual.
El actor Anthony Rapp (Star Trek: Discovery) ha acusado a Spacey de haberse intentado aprovechar sexualmente de él, tras una fiesta en el apartamento de éste, en 1986, en Manhattan. Cuando sucedieron los hechos, Spacey tenía 26 años y Rapp, 14. "He amado y tenido encuentros románticos con hombres a lo largo de mi vida, y ahora elijo vivir como un hombre gay”, ha declarado el protagonista de House of Cards en su cuenta de Twitter. Ha subrayado, además, que aquello "fue un comportamiento ebrio y profundamente inapropiado": "Si tuvo lugar, le debo a Rapp la más sincera disculpa". Con todo, según TvLine, Netflix asegura que la decisión estaba tomada hace meses y que no tiene nada que ver con el escándalo sexual del prestigioso actor.
La serie fue la primera producción original de ficción de Netflix y uno de los buques insignia de su catálogo. Ahora están terminando de producir su sexta temporada: los 13 capítulos que la compondrán se emitirán en 2018. House of Cards estaba basada en una novela de Michael Dobss, y saltó a primera plana de la mano de David Fincher: Netflix se hizo con el producto después de haber recibido múltiples ofertas de otras cadenas; entre ellas, la de HBO. A pesar de que el fervor hacia la serie haya ido perdiendo fuelle y la crítica se haya pasado al tedio conforme avanzaban las temporadas, House of Cards ha obtenido 6 premios Emmy y 46 nominaciones, así como dos Globos de Oro.