Arranca con fuerza el año desde la perspectiva televisiva y, más concretamente, desde el panorama audiovisual español. Y lo hace con el estreno de Galgos, el primer gran estreno de una serie de Movistar Plus+, que llega el 18 de enero a su catálogo.
En ella se sigue a Carmina Somarriba (Adriana Ozores) y Emilio Somarriba (Luis Bermejo), los herederos del Grupo Galgo, una empresa familiar especializada en bollería, chocolates y alimentación infantil. Sin embargo, no atraviesan su mejor momento debido a la crisis del sector, la inminente llegada de la ley del azúcar y la falta de liderazgo de Emilio, presidente de Galgo desde que falleció su padre.
Gonzalo Díaz (Oscar Martínez), marido de Carmina, después de muchos años trabajando al lado de Emilio, tiene sus propios planes para la empresa, pero una decisión repentina e inesperada de Carmina provoca un terremoto familiar y empresarial que afectará también a sus hijos Blanca (Patricia López Arnáiz), Guzmán (Marcel Borràs), Jimena (María Pedraza) y Julián (Jorge Usón). La lucha por el poder les irá separando, y Carmina tendrá que elegir entre salvar la empresa o su familia.
Con motivo del estreno de la serie en Movistar Plus+, EL ESPAÑOL habló con sus creadores Félix Viscarret (Patria, Una vida no tan simple) y Nely Reguera (Valeria), que nos cuentan qué tipo de serie es Galgos y qué hace de las dinámicas familiares de la serie algo que se puede asociar fácilmente con lo mediterráneo y, más concretamente, con lo español.
También hablaron del tipo de protagonista que es Carmina Somarriba, el humor de la serie y la no tan imposible identificación de los espectadores con los personajes de la ficción.
Desde que se anunció el proyecto, se habló de Galgos como una especie de Succession a la española, aunque siempre habéis negado que así sea. ¿Qué tipo de serie es Galgos?
Félix Viscarret: Pues cuando leí los guiones recuerdo que me encantó que hubiera un retrato de una empresa familiar muy española, muy ibérica. Se ven, por un lado, unos vínculos muy mediterráneos de la familia, con la figura de la madre o del padre. Están tanto en el Consejo Empresarial como en la cena o en cualquier evento o reunión familiar.
Hay algo ahí muy mediterráneo, pero también muy ibérico en ese tipo de familias en las que libremente se han basado los guionistas y a las que todos conocemos. Todo empezó con el abuelo creando un imporio, probablemente en el desarrollismo de finales de los 60 o comienzos de los 70, y le empezaron a ir las cosas muy bien.
La segunda generación lo continuó y ahora llega un poco la crisis de las famosas terceras generaciones familiares, donde ya ese formato de empresa no sirve, pero tampoco la familia parece que está tan unida como antaño. Y además están cambiando nuestros hábitos de consumo, la legislación...
Me parece a mí que hablamos mucho del lujo añejo que suelen tener estas familias de la Península Ibérica y que es muy diferente de cualquier otra propuesta. Tiene ese sabor concreto y se nota que es una historia que comienza en los 60 y 70. Y eso es muy propio de aquí.
"Carmina se da cuenta de que llevar la empresa y ser la mejor jefa quizás no significa ser la mejor madre o la mejor pareja"
Nely Reguera: También nos atrajo mucho esa sutil ironía que estaba latente en todos los episodios y también en el retrato de estos personajes. Eso nos gustó mucho. Y cómo acompaña a estos personajes y te permite empatizar con ellos y entender por qué hacen las cosas, pero, a la vez, sin dejar de mostrar cierto patetismo... Esa ironía es una de las particularidades de la serie.
En el centro de la trama está Carmina Somarriba (Adriana Ozores), la matriarca de la familia. Esto la condiciona a ella y condiciona a la serie, porque constantemente se debate entre priorizar antes a la familia que al negocio o al revés. ¿Creéis que el hecho de que la heredera sea una mujer ejerce una presión diferente a la que sufriría un protagonista masculino?
Nely Reguera: Creo que lo más interesante de que sea una mujer es precisamente que tenga esa dicotomía. Ella toma la decisión de tomar las riendas de la empresa y es alguien preparado, decidido, resolutivo, pero al mismo tiempo, conforme va pasando el tiempo, sufre al ver que el hecho de llevar la empresa muchas veces complica sus relaciones familiares.
También se da cuenta de que llevar la empresa y ser la mejor jefa quizás no significa ser la mejor madre o la mejor pareja. [Carmina] es alguien que no estaba acostumbrada a eso, porque estaba en un lugar muy cómodo, quizás incluso aburrido, y quizás si las circunstancias de la vida se lo hubieran ofrecido antes, no habría dado ese paso.
Pero finalmente le surge y creo que tiene ganas de darlo, aunque seguramente no se espera todas esas complicaciones y no se espera no recibir la ayuda de aquellas personas en quien ella confiaba.
Y creo que eso está muy relacionado con ser mujer. Creo que el paternalismo con el que le habla su hermano tiene que ver con que ella sea mujer, la actitud de su marido a veces también tiene que ver con que ella sea mujer. Y eso me parece interesante, porque ella no es víctima de nada, sino que también toma decisiones muy controvertidas.
Aunque no pertenezca a una familia de grandes empresarios, el espectador medio podrá identificarse con ciertas dinámicas familiares que aparecen en Galgos, porque la serie es muy costumbrista.
Félix Viscarret: Todos los espectadores, al fin y al cabo, pertenecen a una familia y todos conocen esas dinámicas, conocen esas filias y fobias, esas afinidades, esos vínculos. Lo que van a ver aquí es la complejidad añadida que tienen aquellos que pertenecen a un mundo en el hay muchos puestos de trabajo y mucho dinero en juego y que dependen de las decisiones que tomen.
Hay cierta dualidad en la propuesta y hay una parte de identificación o de empatía con los personajes, aunque también habrá una parte también de observación con cierta distancia.
Pero sí, efectivamente, ahora que venimos todos de las Navidades, todo el mundo tiene a flor de piel las dinámicas de su familia y es un momento muy adecuado para ver qué sucedería si mi familia además llevara una empresa.
El tipo de humor que adopta la serie es a través de la ironía. ¿Por qué decidisteis jugar con ella en lugar de optar por un tipo de comedia que busca la risa fácil?
Nely Reguera: Bueno, esto era algo que ya estaba en los guiones y que precisamente es algo que nos fascinó. Fue uno de los motivos por los que a mí me gustaba Galgos, su sentido del humor nada obvio. Precisamente esta ironía, esta sutileza hacía que empatizaras más con los personajes.
Prefería esto quizás a una parodia más al uso, porque me colocaba en un lugar más interesante como espectadora, porque me reía de ellos a la vez que empatizaba. No es lo mismo cuando uno se coloca en un lugar de superioridad o para establecer un juicio, que cuando intentas empatizar con los personajes aunque también me ría de lo que hacen. Me parece más atractivo.
Félix Viscarret: Sí, yo también creo que es más interesante la comedia cuando no miramos por encima a nuestros personajes, sino que nos sonreímos porque vemos que todos los seres humanos -y también nosotros-, ante una situación un poco desesperada o un poco acuciante, acabamos cometiendo actos que no siempre son ejemplares.
También creo que ahí el humor viene también de un puntito de autocrítica, de decir 'bueno, entiendo a estos personajes, lo dementes que están, y lo que están haciendo por salvaguardar su estatus'. Pero bueno, quizás a lo mejor no somos tan diferentes los seres humanos unos de otros.