Han tenido que pasar 7 meses para asistir al primer estreno en 2021 de una serie española escrita en exclusiva por mujeres. Marta Olatz y Marta Sánchez son las creadoras y guionistas de los seis episodios de Supernormal, la comedia que explora las desventuras de una mujer de 40 años que intenta conciliar, sin demasiada suerte, su vida como madre y exitosa ejecutiva de banca. Miren Ibarguren es la estrella de una serie que se podrá ver de forma íntegra en Movistar+ desde mañana 9 de julio.
Tras 35 años de experiencia en algunas de las salas de guionistas más exitosas de la televisión española (incluyendo 7 vidas, Yo soy Bea, Gran Hotel, Aída o Madres. Amor y Vida) y tres temporadas compartiendo las labores de showrunner en la popular Allí abajo, Sánchez y Arroyo por fin han recibido la oportunidad de crear su propia serie. El resultado es toda una declaración de intenciones en una industria en la que el espacio para las mujeres en la comedia sigue siendo reducido y peleado con uñas y dientes.
Las guionistas hablan con SERIES & MÁS de los desafíos de hacer comedia en España cuando eres una mujer, de lo que aprendieron cuando estaban dando sus primeros casos en el mundo del guion y de las diferentes expectativas que deben superar las mujeres, también en la ficción.
¿Cómo surge la idea de hacer esta historia sobre la conciliación de una mujer que quiere tenerlo todo?
Olatz: Surge de nuestra propia experiencia como madres que tenemos que compaginar nuevas vidas profesionales. Nos exigimos llegar al 100% en todos los frentes. También está inspirada en un trabajo que tuve en un banco de inversión antes de ser guionista. Ese mundillo, y cómo funcionaba la gente en un entorno muy exigente y enfocado en los resultados, nos permitía juntar esas dos exigencias y hacer una comedia alocada de una persona que intenta llegar a todo. Patricia nunca llega a nada y por el camino va perdiendo la felicidad, básicamente, como si fuera una caída a los infiernos.
Supernormal habla de la conciliación de la mujer. ¿Cómo se concilia ser las creadoras y guionistas de una serie con una vida normal?
Olatz: Nuestra vida es un poco como la de Patricia. Con un marido que te apoye, que comparta las cosas contigo y que cubra necesidades, vas organizándote. Es una locura, pero bueno. Nosotras también tenemos una ventaja porque trabajamos en casa. Los rodajes son más angustiosos.
Marta: Tienes un plan cada día y sabes que a las dos horas se va a la porra porque te llaman del cole, se te quema la comida… pueden pasarte millones de cosas. Tienes que sacar adelante un trabajo porque tienes un deadline.
La serie presenta al personaje del marido, que interpreta Diego Martín, como un aliado de Patricia. ¿Era importante reflejar esa parte de las dinámicas de poder que surgen en la familia?
Olatz: Sí. Al principio cuando tienes que escribir un matrimonio parece que se tienen que llevar mal para que haya un conflicto en la pareja, pero no hace falta. Gracias a que los hombres son aliados muchas veces, nosotras tiramos para adelante. Queríamos mostrar eso también, a un hombre que esta en la sombra, muy en la sombra, y que asume su papel. Es curioso porque nos lo preguntan mucho en las entrevistas. Ha debido sorprender mostrar un matrimonio bien avenido con una mujer poderosa.
Marta: Alfonso no tiene ningún problema con su función y lo lleva con mucho orgullo. De verdad, hay muchos hombres que ya son así.
En el caso de Supernormal me llamó mucho la atención que la serie contara con Emilio Martínez Lázaro, un hombre de más de 70 años, para dirigir todos los episodios de una serie sobre una mujer de 40 que intenta tenerlo todo en su vida. ¿Cómo llega al proyecto?
Marta: Fue una idea de la cadena. Nosotros no elegimos director. Podíamos sugerir algún nombre, pero la decisión es suya.
Olatz: Te proponen a Emilio Martínez Lázaro y es el director de Ocho apellidos vascos, pero entiendo tu sorpresa.
En el caso de Miren, ¿cómo fue su llegada a la serie?
Marta: Siempre pensamos que tenía que hacer un personaje. Nos parecía una de las mejores actrices cómicas que hay. Cuando vimos el casting en el que hacía de Patricia, nos dimos cuenta de que Miren era Patricia Picón. Lo pilló enseguida. Le daba esa energía que necesita el personaje, también esa ternura. Cambiaba de registro de una forma muy natural. Miren nos pareció la bomba. No podía ser otra.
Antes de Supernormal, fuisteis las showrunners de Allí abajo. ¿Qué aprendisteis con esa primera experiencia como responsables finales de una serie?
Olatz: En Allí abajo lo aprendimos todos. Haber sacado adelante tantos capítulos con esa exigencia de comedia, situación y trama fue un aprendizaje brutal. Haberlo podido sacar adelante y que fuera un éxito, porque nos seguían tres millones de personas todas las semanas a pesar de los anuncios, te da una confianza y unas tablas brutales para enfrentarte a lo que te pongan por delante. Fue una experiencia increíble.
Habéis pasado por muchas salas de guion antes de ser las jefas. ¿Qué aprendisteis estando al otro lado de esas dinámicas de poder?
Marta: Por mi parte yo aprendí sobre todo lo que no hay que hacer. Es verdad que aprendí mucho. En la época que empecé yo, hace ya veintitantos años, no había curso de guion, no había casi clases, ni se sabía lo que hacía un guionista. Fui aprendiendo. Realmente era una escuela. Acabábamos de importar el sistema de las writer 's room [salas de guionistas] de Estados Unidos. Lo malo es que si eras un poco tímido, acababas de entrar y te sentías inseguro, ese sistema era muy cruel. Ahí ganaba el que más alto hablaba. No sé por qué, pero las más tímidas solíamos ser las tías. Yo tuve suerte y enseguida me convertí en jefa de equipo y me hacían caso, pero entrar era bastante complicado.
En público y en privado muchas guionistas han lamentado que durante mucho tiempo en las cadenas y plataformas se encontraban con la misma respuesta: “Ya tenemos una serie de mujeres este año”. ¿Seguimos en esas como industria?
Marta: Sigue siendo difícil. Hasta se quite ese peso de ser una cuota, sí. Ellos no te dicen: “ya tenemos una serie de un hombre amargado, divorciado y que bebe”. Hay muchas historias. Nosotras lo hemos sentido muchas veces como un cuchillo clavado. Es una expresión que se sigue diciendo. Pasa sobre todo en la comedia, pero también con thriller, miedo… Hay mucho prejuicio a la hora de contar a una mujer que escriba esas historias. Lo de “ya tenemos una” es muy fuerte. Ellos piden series de mujeres, pero a la vez no se atreven a hacerlas.
Habéis hecho mucha televisión generalista, con temporadas muy largas y episodios de más de una hora. Aquí tenéis vuestra serie: 6 episodios de 25 minutos. ¿Cómo es el cambio de enfrentarse a un animal tan distinto?
Olatz: Movistar+ ha confiado en nosotras. Nos han permitido hacer lo que queramos y nos han acompañado muy bien dos productoras, Alejandra y Susana. El cambio más bestial ha sido la duración. Estábamos acostumbradas a hacer comedias con 13 episodios de 80 minutos. Imagínate pasar de hacer eso con un plató pisándote los talones porque se rodaba mientras se escribía a poder hacer una serie entera antes de ir a rodar. Puedes escribir, reescribir, mejorar.. y luego se rueda. Es un cambio a mejor, sin duda.
Durante muchos años a las mujeres se les pedía ser perfectas en la ficción. Patricia es buena persona en esencia, pero es más compleja que todo eso. ¿Habéis disfrutado de esa exploración del lado oscuro del personaje?
Olatz: Totalmente. Es una gozada poder escribir un personaje femenino sin pararte a pensar si caerá bien o no caerá bien. Patricia es un personaje complejo que tiene sus vicios, virtudes, defectos, carencias, ambiciones… A veces no cae del todo bien. Es un personaje rico con muchas capas. Estamos acostumbrados a personajes femeninos más planos y benevolentes. Con Tony Soprano o Walter White nadie te pregunta si va a caer bien o no. Enseguida cuando escribes un personaje así con una mujer surgen el recelo y el miedo. Hay que quitarse esas ataduras. En Estados Unidos allí llevan más tiempo pero aquí estamos empezando y da la sensación de que cuesta un poco todavía. Vamos superándolo.
En Estados Unidos hubo un cambio a partir del caso de Breaking Bad y las brutales críticas a Skylar por parte de cierto perfil de espectadores cuando ella era la única que en realidad se estaba comportando de forma natural.
Olatz: Es terrible. Realmente es una atadura. Que los personajes femeninos también tengan esas exigencias morales en ficción es tremendo. Necesitamos contradicciones para hacer personajes potentes.
Estas semanas hemos vivido una polémica muy desagradable con el inexistente espacio para las mujeres en La Chocita del Loro. ¿Cómo trata la comedia en ficción a las mujeres?
Olatz: Al principio era un mundo de hombres, pero poco a poco cada vez hay más mujeres. Cuando llegas percibes un mundo más masculino. En Globomedia había mujeres, pero a los hombres siempre les oías más. Llegas y percibes que el ambiente es más masculino, sientes que es más ajeno que es propio. Lo importante es hacerte con el hueco y tirar para adelante. Hay mujeres haciendo comedia. Lo siento por todos los de la Chocita y esta gente, pero estamos aquí para quedarnos. No necesitamos ni su permiso ni gustarles si quiera. Que nos dejen hacer y que nos dejen estar. Ya está.
Marta: No te tiene que gustar todo lo que hacemos, como a nosotras no nos gustan todos los cómicos. Cada uno hace el humor que quiere. No estoy de acuerdo en que todas las mujeres hacen un humor femenino. Estoy harta de escuchar a hombres que solo saben hablar de sus escrotos. Creo que hay muchísima aptitud. Habría que escuchar más a esas cómicas. Nos llevaríamos más sorpresas.
¿Os veis contando la historia de Patricia a largo plazo?
Marta: Ojalá. Creemos que tiene muchísimo que contar todavía. Nos dice la gente que la ha visto que se queda con ganas de más y nosotras mismas tenemos muchas ganas de seguir escribiendo a Patricia y ver por dónde continúan estos personajes.
Olatz: Haber hecho solo seis episodios es casi como preparar el planteamiento del universo de la serie. Nos gustaría seguir desarrollándolo, y más con un personaje como Patricia que es tan cómico y tan extremo. Te apetece verlo en otras situaciones.
La primera temporada de 'Supernormal' se puede ver de forma íntegra en Movistar+ desde el 9 de julio.
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