Dan Schneider ha presentado una demanda contra Investigation Discovery, la productora de la serie documental Silencio en plató: El lado oscuro de la televisión infantil, por difamación y acusa a la compañía de insinuar falsamente que abusó sexualmente de los niños que trabajaron en la serie de Nickelodeon que creó y dirigió.
En una demanda presentada el miércoles en el Tribunal Superior de Los Ángeles, Schneider dice que la imagen que se da de él en la docuserie es un "golpe de efecto". Si bien es cierto que dos abusadores sexuales de menores trabajaron en series de la cadena, él dice que "no tenía conocimiento de sus abusos", que los condenó y que "no fue él mismo un abusador sexual de menores."
La demanda continúa alegando que: "Pero en aras del clickbait, los índices de audiencia y las visitas -o dicho de otro modo, el dinero-, los demandados han destruido la reputación y el legado de Schneider mediante falsas declaraciones e implicaciones de que Schneider es exactamente eso".
Warner Bros. Discovery, que distribuyó el proyecto en (HBO) Max, y los productores Maxine Productions y Sony Pictures Television también son citados en la demanda. Schneider solicita una indemnización no especificada y una orden judicial que obligue a los productores a retirar las partes supuestamente difamatorias de la docuserie o a retirarla por completo.
En un comunicado, Schneider reconoció "los errores que cometí y el mal juicio que exhibí durante mi tiempo en Nickelodeon", pero dijo que no tenía "más remedio que emprender acciones legales contra las personas que están detrás". Y añadió: "Fueron más allá de informar de la verdad e insinuaron falsamente que yo estaba implicado o facilitaba crímenes horribles por los que depredadores de menores reales han sido procesados y condenados".
La docuserie, que se estrenó en la plataforma de HBO con gran éxito de audiencia, narra el ascenso de Schneider como prolífico productor de series de televisión infantiles. Entre las acusaciones que pesan sobre el productor está la de haber tolerado en gran medida un lugar de trabajo tóxico y haber humillado al reparto y al equipo en sus platós de televisión.
En el tercer episodio, Drake Bell, protagonista de Drake & Josh y The Amanda Show, se presentó como la víctima entonces anónima en el caso de agresión sexual de Brian Peck. En un vídeo posterior al estreno del proyecto, Schneider dijo que no contrató al entrenador de diálogos que fue condenado en 2004 por agredir sexualmente a Bell.
En la denuncia, Schneider se opone a que los productores insinúen que abusó sexualmente de los niños que trabajaron en sus programas. Señala el gráfico inicial del primer episodio que decía: "Esta serie investigó los abusos sufridos por los niños por parte de los adultos en los que se esperaba que confiaran".
Más adelante en el episodio, se muestra una publicación en las redes sociales en la que se le acusa de "comportamiento inapropiado", seguida de imágenes en las que aparece con el brazo alrededor de una actriz infantil.
Para apoyar las supuestas afirmaciones falsas de que era un depredador de menores, la demanda dice que la docuserie explora la "perversión" de los programas que creó. En la docuserie aparecen declaraciones de personas que afirman que Schneider "obligaba" a los niños a "hacer cosas muy raras" en "montajes que hacían referencia al porno", según la demanda.
El episodio termina con la voz en off de un reportero que afirma que un "presunto depredador de menores acusado de besar y tocar a una niña de nueve años" ha sido detenido, pero que las fuerzas del orden creen que "puede haber más víctimas", dice la demanda. Schneider afirma que los productores decidieron intencionadamente no mostrar el rostro ni el nombre del agresor para que los telespectadores concluyeran que él era el depredador.
En el segundo episodio, los espectadores conocen a los agresores sexuales, Peck y Jason Handy. La demanda se refiere a que la docuserie muestra repetidamente imágenes suyas mientras habla del dúo. Afirma que el episodio "continúa su uso manipulador del montaje y las fotografías para confundir a Schneider" con Peck y que "exagera" su relación.
Schneider, en la demanda, sostiene que desconocía los delitos de Peck hasta que se hicieron públicos y que no cometió ningún delito sexual. "La única razón para incluir la imagen de Schneider en este contexto era equiparar falsamente a Schneider con Peck; se deja que el espectador deduzca que al igual que Peck era un abusador sexual de menores, también lo era Schneider", afirma la demanda.
En particular, los productores señalan en un momento de la docuserie que no se descubrió que Schneider hubiera tenido un comportamiento sexual inapropiado después de que ViacomCBS, entonces matriz de Nickelodeon, iniciara una investigación. Cita la inclusión de la información como prueba de que los productores eran conscientes de que estaban presentando acusaciones falsas.
Schneider subraya que la docuserie debería haber aclarado en el tráiler o en los primeros episodios que no cometió ningún delito sexual. Afirma que los productores actuaron con "malicia real y desprecio intencionado por la verdad", un elemento necesario para establecer la difamación como figura pública. Según la demanda, decidieron no incluir una entrevista con un antiguo presidente de contenidos de Nickelodeon que, según Schneider, refutó la supuesta versión difamatoria.