En 2015, en los primeros años de la (re)popularización del género true crime, HBO estrenó The Jinx, una serie documental que indiscutiblemente tuvo el mejor final de todo lo que vimos ese año en cine o televisión.

El último episodio, que se emitió horas después de la detención de su protagonista, y en particular sus últimos segundos, en los que alguien sigue hablando sin saber que el micrófono está encendido, dejaron a los espectadores con la boca abierta y pasaron a forman parte del imaginario popular como uno de los grandes finales de la historia de la televisión. 

Esa semana no se habló de otra cosa en redes sociales, y ahora, casi diez años después de aquella temporada, la docuserie ganadora de un premio Emmy regresa con nuevos episodios y más historia que contar, nuevamente de la mano de sus directores Andrew Jarecki, Marc Smerling y Zac Stuart-Pontier.

Pero antes de ver esta nueva entrega en HBO Max, vamos a repasar el caso de un hombre sospechoso de tres muertes, que consiguió eludir la justicia durante tres décadas. 

La historia familiar de Robert Durst

El famoso protagonista del documental nació en el seno de una poderosa familia neoyorquina dedicada a los bienes raíces. The Jinx examina la relación de Durst con su padre Seymour, con su hermano Douglas y cómo le afectó la muerte de su madre cuando era niño.

En la docuserie, Robert Durst describe cómo su padre le invitó a observarla mientras ésta se encontraba en el tejado de su casa, donde vio la caída que le provocó la muerte. Su hermano, en cambio, mantiene que los niños no fueron testigos del suicidio de su madre. 

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En la edad adulta, Robert Durst no heredó el negocio familiar como esperaba siendo el primogénito. En su lugar, fue a parar a manos Douglas, el segundo en nacer, razón por la cual Robert emprendió acciones legales que le costaron la compra de 65 millones de dólares del fideicomiso familiar.

La conflictiva relación de los hermanos nunca cambió y Douglas Durst se negó a interactuar con su hermano, llegando a conseguir que lo detuvieran por allanamiento de morada en Nueva York al intentar acercarse a él.

Las tres muertes

En 1973, Durst se casó con Kathleen McCormack, una relación que se volvió cada vez más volátil con el paso de los años. McCormack afirmó que Durst la maltrataba y le pidió el divorcio, en respuesta a lo cual él tomó medidas para restringirla económicamente, por lo que se separaron pero siguieron casados legalmente.

Tras una discusión el 31 de enero de 1982, Durst declaró a la policía que la había dejado en la estación de tren. Nadie volvió a verla desde entonces. Pasados siete días, Durst denunció su desaparición y tres semanas después, se encontraron objetos que le pertenecían en el compactador de basura de su apartamento de Manhattan.

Durst se divorció de ella ocho años después alegando "abandono conyugal". El cadáver nunca fue encontrado.

La otra muerte que explora la temporada 1 fue la de la antigua amiga y compañera de clase de Durst, Susan Berman, hija de un mafioso de Nueva York que le ofreció una coartada cuando Kathleen desapareció.

En The Jinx, la exfiscal del distrito Jeanine Pirro afirma que ella y la policía de Los Ángeles se disponían a hablar con Berman sobre la noche en que Kathleen desapareció, pero el 24 de diciembre de 2000 la encontraron muerta en su casa, con un tiro en la nuca. Debido a esto, se reabrió el caso McCormack, pero Durst huyó a Texas para evitar ser interrogado.

Fue allí, en Texas, en 2001, donde Durst volvió a estar en el punto de mira por otra muerte, esta vez la de su anciano vecino Morris Black, que apareció descuartizado.

Tras ser inicialmente sospechoso y quedar en libertad bajo fianza, Durst fue detenido por robar en una tienda, lo que llevó a la policía a registrar su coche y descubrir el carné de conducir de Black. Durst alegó defensa propia en el caso Black, diciendo que se enzarzaron por una pistola que se disparó y que él sólo era culpable de desmembrar posteriormente el cadáver. Fue declarado inocente de asesinato.

La película con Ryan Gosling

En 2010, Andrew Jarecki dirigió la película All Good Things (Todas las cosas buenas, disponible en Prime Video), en la que Ryan Gosling interpreta a Robert Dust y Kristen Dunst a Kathleen McCormack, su esposa desaparecida. 

A Dunst le gustó tanto verse reflejado en Gosling, y que Jarecki se hubiese inspirado en su vida, que accedió a sentarse a hablar con el director ante la cámara para rodar The Jinx. En seis episodios se reconstruyen estos hechos y se escuchan sus testimonios, mientras el equipo investiga las siniestras historias que rodearon a Durst durante gran parte de su vida.

Las revelaciones finales

Durante la producción de The Jinx, el hijastro de Susan Berman, Sareb Kaufman, descubrió una vieja carta de Durst, que reconoció al instante como la misma letra de una nota enviada a la policía de Beverly Hills por el asesino de Berman.

Esa revelación marca el final del episodio 1x05, y el 1x06 transcurre principalmente con Jarecki y su equipo mientras planean la próxima entrevista de Durst y cómo hacer las preguntas adecuadas para obtener cualquier indicio de confesión.

Al mismo tiempo, la carta que encontró Kaufman fue entregada al fiscal del condado de Los Ángeles. Durst fue detenido por la policía de Los Ángeles horas antes de que HBO emitiera el final de The Jinx.  El episodio termina con él hablando consigo mismo sin darse cuenta de que el micrófono seguía grabando, dejando para la posteridad la escalofriante frase: "¿Qué demonios hice? Los maté a todos, por supuesto".

'The Jinx' parte 2

En la segunda parte, que también tendrá seis episodios, y que se estrena hoy en HBO Max, los realizadores continúan su investigación durante los siguientes ocho años, descubriendo material oculto, las llamadas de Durst en la cárcel y entrevistas con testigos que no se habían mostrado hasta ahora.

Narra meticulosamente la continuación de la investigación mientras Durst esperaba a ser juzgado, descubriendo nueva información y siguiendo el desarrollo de la acusación. La serie saca a la luz material que incluye entrevistas con socios de Durst que nunca antes se habían sentado ante las cámaras, llamadas telefónicas que Durst hizo desde la cárcel a sus amigos, familiares y abogados, e imágenes de vídeo de la sala de interrogatorios donde los fiscales le entrevistaron tras su detención.

La serie también incluye entrevistas con abogados de la acusación y de la defensa, así como entrevistas con miembros del jurado y con el juez del juicio y continúa excavando en el mundo de un asesino que consiguió eludir la justicia durante más de tres décadas.

Algunos participantes destacados de la docuserie son los ayudantes del fiscal del distrito de Los Ángeles, John Lewin y Habib Balian; el equipo de defensa de Durst, dirigido por Dick DeGuerin, que había ayudado a Durst a ser absuelto en su juicio por asesinato en Galveston en 2003, y el célebre abogado David Chesnoff, entre otros.