De la España profunda al abismo del averno. Ese es el viaje que propone Álex de la Iglesia en la segunda temporada de 30 monedas, la serie que dirige y escribe junto a Jorge Guerricaechevarría y que regresa el próximo 23 de octubre en HBO Max.
Tras los eventos de la primera temporada, la mayor parte de los habitantes del pueblo de Pedraza (Segovia) están encerrados en un psiquiátrico. Elena (Megan Montaner) yace en coma, en una oscura cama de hospital. Paco (Miguel Ángel Silvestre), destrozado por los remordimientos, intenta cuidar de ella, pero no es fácil.
Y con motivo del imponente regreso de la serie de terror y fantasía, SERIES & MÁS | EL ESPAÑOL habló con los actores protagonistas Miguel Ángel Silvestre, Megan Montaner, Najwa Nimri, Macarena Gómez y Pepón Nieto. Cuentan en qué punto se encuentran sus personajes esta temporada y qué puede esconderse tras la fascinación de la simbología religiosa, entre otras cosas.
Entre la razón y el delirio
"El delirio llegó en la primera temporada. Vimos que un bebé había nacido de una vaca...", recuerda Miguel Ángel Silvestre. "En ese momento era como intentar entender qué estaba pasando, pero en esta segunda temporada ya lo sabemos. Ahora se trata de un 'sálvese quien pueda'. Hemos pasado por mucho. No es fácil luchar contra el demonio y llegar a casa como si nada".
Tanto él como Megan Montaner supieron ver que sus personajes están más del lado de la razón, pero hay otros protagonistas que llevan a cabo un viaje muy diferente. "En mi caso, estamos hablando de una persona que está permanentemente en la rutina de un reality, haciéndolo todo a través de la computadora", identificó Najwa Nimri.
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"En realidad ella es una incrédula, porque hasta que no se encuentra en el terreno de juego, ella cree que en el fondo lo que imagina, porque tiene una imaginación apabullante. Y lo que piensa que no va a suceder se lo acaba encontrando. Y el delirio se convierte en el terreno de juego. Ella hace el camino a la inversa".
"El caso de Merche, en la primera temporada le movía la razón, pero en la segunda temporada lo que le mueve es el delirio. Pero entra en él con un objetivo muy razonable: recuperar al amor de su vida. Porque ante todo, lo que Merche busca es crear una familia", dijo Macarena Gómez.
"El sargento Laguna en la primera temporada es la voz de la razón, la voz del pueblo y de la lógica, de lo que tiene una explicación que siempre debe ser más sencilla de lo que parece. Pero en la segunda temporada está completamente convencido de todo lo contrario. Arranca la segunda temporada convencido de que hay una conspiración terrible, que todo lo sobrenatural existe realmente y lo defiende", explicó también Pepón Nieto.
Aterrizaje en el infierno
"Si fuera al infierno preguntaría por la salida. Porque el infierno tiene que tener varias cosas, una de ellas es la parte que tú vives con tanta angustia, pero también tiene que haber una puerta", empezó a pensar Miguel Ángel Silvestre. "Para algunos el infierno es el paraíso", bromeó Nimri.
"Siempre decimos que el cielo y el infierno están dentro de uno mismo. Y yo no imagino una representación física del infierno, igual que tampoco del paraíso. Eso de ir al cielo, estar en un jardín maravilloso...", dudó Pepón Nieto. "Pero me parece muy atractiva la puesta en escena de Álex de la Iglesia, ese infierno con salones barrocos, lámparas de lágrimas, paredes empapeladas y ríos de lava, y ese rollo sadomasoquista y gore me gusta".
Fascinación por los símbolos
Otro de los temas que se abordaron en la entrevista fue cómo se introduce en la serie la fascinación por la religión y su simbología. "Es algo que está inmerso en nuestra cultura", opinó Megan Montaner. "La eterna pregunta del ser humano siempre ha sido '¿adónde vamos? ¿Qué hay después? Si hay un Dios, habrá un demonio, lo del yin y el yang... Todo eso es lo que pienso antes de irme a dormir", dijo entre risas Miguel Ángel Silvestre.
"Al final los símbolos protegen y la simbología es poder, desde Movistar hasta Rothschild, hasta Rockefeller, a la Iglesia. Lo que tú quieras. Y la cruz, que es la ascensión, es uno de los símbolos más poderosos de la tierra, y la cacharras sagrada de los papas es la glándula pineal... Ahora se está hablando de los símbolos sin tanto miedo, pero siguen teniendo muchísimo poder", señaló Najwa Nimri.
"Es lo que plantea la serie, desde las treinta monedas a cualquier objeto que haya estado en contacto con Cristo y que haya tenido que ver con su sufrimiento son un símbolo de poder. Las treinta monedas que se pagan por traicionarle es más potente", explicó Nieto.
La segunda etapa de '30 monedas'
"No me imagino cómo será la tercera temporada, pero en la segunda todo se lleva al extremo y se superan todos los límites. Es más violenta, más sangrienta, tiene más humor, hay más personajes... Es apoteósica", adelantó Montaner. "Es como una transición necesaria, como un momento bisagra, diría yo", dijo Nimri sobre el lugar que ocupa la nueva entrega en la serie.
"Álex tiene muy claro como acabarla, porque siempre concibió esta serie como una trilogía, con tres temporadas. Pero no tengo muy claro dónde pretende ir con la tercera temporada y no soy incapaz de entrar en su mente y para saberlo", confesó Macarena Gómez.
Después, quiso destacar la labor de De la Iglesia como creador. "Tiene la capacidad de que con el dinero que tiene, hace que parezca que la producción es muchísimo más costosa de lo que es en realidad. Rueda todo tan bien que hace creer al espectador que hay muchísimo más de lo que realmente hay", expresó.
"30 monedas es una serie atípica, algo que el sistema, el día a día y el entretenimiento en las plataformas no te suelen ofrecer. Y está hecha desde la absoluta libertad, no busca para nada a ser polite ni complacer al sistema para nada. Es punki en sus diálogos, sus escenas y en todo lo que propone", concluyó Silvestre.