Dejando a un lado la polémica despedida de uno de sus creadores, Rick y Morty acaba de estrenar su temporada 7 en HBO Max, marcando un regreso a lo grande que la confirma como una de las mejores series de animación para adultos de la última década.
La ficción que sigue a un genio científico sociópata que arrastra a su nieto inherentemente tímido a aventuras insanamente peligrosas a través del universo ha vuelto, con muchas ganas de pasarlo en grande y con unos Rick y Morty que son más ellos mismos que nunca.
"Es la séptima temporada y las posibilidades son infinitas: ¿qué pasa con Jerry? ¡¿Verano malvado?! ¡¿Y volverán alguna vez al instituto?! ¡Quizás no! ¡Pero vamos a averiguarlo! Probablemente haya menos cabreo que en la última temporada. "Rick y Morty", 100 años! ¡O al menos hasta la temporada 10!", reza la sinopsis oficial de unos nuevos episodios que con algunos cambios importantes siguen manteniendo la serie igual de fresca y divertida que siempre.
La esencia sigue intacta
La nueva temporada arranca con una escena familiar, donde Beth (Sarah Chalke), Jerry (Chris Parnell) y Summer (Spencer Grammer) hablan por los codos, casi como queriendo dejar claro que todas las piezas siguen en su lugar. Aunque pronto aparecen Morty y Rick, que a pesar de la salida de Justin Roiland, siguen teniendo una voz aparentemente igual a la anterior.
Pronto dejaremos de prestar atención a la leve diferencia que supone su ausencia en la serie, que se debe a que fue despedido por Adult Swim tras ser acusado de un delito grave de abuso doméstico.
De hecho, la serie sigue siendo tan inteligente, pícara y divertida como siempre y es posible que este hecho quede relegado a algo anecdótico, porque en apenas un par de episodios, Rick y Morty deja claro que puede seguir adelante sin problemas. En realidad, aunque el cambio sea importante, ni se nota ni llega a tener la suficiente relevancia como para pensar en él. Aunque según se ha revelado finalmente, Ian Cardoni y Harry Belden interpretarán a Rick y Morty respectivamente en los nuevos episodios.
Una animación de locura
A lo largo de los dos episodios que la prensa tenía a su alcance, la serie también ha hecho gala de otra de sus grandes virtudes: la animación. Cada uno de los fotogramas se cuida y mima tanto como antes, incluso dominando la técnica y mejorándola en los nuevos capítulos.
Una de las evidencias es, por ejemplo, el diseño de los diferentes planetas que aparecen en el segundo episodio, y que a muchos les recordarán a otras series como Solar Opposites, la injustamente cancelada Ultrasecretos y Krapopolis.
Los temas de la temporada 7
Aunque sean pocos episodios para poder sacar una conclusión clara de toda una temporada, sí que se puede vislumbrar cómo la serie sigue avanzando a buen ritmo y en plena forma, centrándose especialmente en asuntos como las adicciones y las personas que se enfrentan a sus propios impulsos y, en definitiva, a sí mismas.
Y todo ello desde el prisma del humor más absurdo y asqueroso, una de las miles de razones que tendrán los fans para adorar la serie y seguir haciéndolo.