"Un cruce entre Kill Bill y Frozen", así le vendió Leslie Headland (Muñeca rusa) la idea de The Acolyte a Disney+, una serie que quiere complacer a los fans de Star Wars de toda la vida llevando a la pantalla una época que solo ha existido en los libros, mientras conquista a aquellos espectadores que no tienen ningún conocimiento previo sobre estas aventuras de galaxias tan lejanas.

Y consigue salir airosa de ambos propósitos.

Ambientada en un período llamado Alta República, que transcurre más de un siglo antes de los hechos acontecidos en Star Wars: Episodio IV (la primera serie o película de la franquicia en orden cronológico), The Acolyte está planteada con las costuras de una historia policial con una serie de asesinatos por resolver, una sospechosa, y cómo su búsqueda une y separa al equipo encargado de la investigación, mientras sus vidas personales se entrelazan inevitablemente con su misión.

La Alta República se desarrolla antes de las guerras que le dan nombre a la franquicia. Fue una época de paz donde tuvo lugar el florecer de los Jedi y en The Acolyte alguien al servicio de un misterioso maestro sin rostro los está matando uno a uno.

Por qué es parte del misterio principal, y no es uno que se arrastre hasta el final, porque para el cuarto episodio (los que nos ha facilitado Disney+ antes del estreno) el espectador ya habrá descubierto varios detalles importantes sobre la identidad y el pasado de los protagonistas, aunque aún, por supuesto, no disponga de todas las piezas del puzle.

Al desarrollar esta historia al inicio de la línea temporal de Star Wars, Headland evita la presión de meterse en jardines con las cuestiones canónicas que suelen convertirse en el centro de encendidos debates entre los fans. Y como fan declarada y obsesiva que es de este universo, disfruta en un patio de recreo en el que, por ejemplo, puede mostrar una nueva forma de lucha de los Jedi, una inspirada en Trinity de Matrix, menos dependiente de los sables de luz, y cuya primera exponente es precisamente Carrie-Ann Moss en los minutos iniciales de la serie.

The Acolyte es una buena serie en general y una estimulante serie de Star Wars. Es entretenida, tiene ritmo, buenos diálogos, estructura y presenta un misterio intrigante sustentado por una colección de sólidos personajes que tienen alma y conflictos reales (y realistas) desde que aparecen en pantalla.

Es una historia que muestra nuevos mundos, tradiciones y dilemas con un cuidado diseño de producción, desde el mínimo detalle de vestuario a los grandes escenarios. Y también es una historia familiar sobre traumas. De cómo el dolor que se arraiga cuando se carece de una red de apoyo y de herramientas para procesarlo de forma sana se enquista, haciendo que inevitablemente su balanza se incline hacia "el lado oscuro".