Han tenido que pasar cien años, pero Disney por fin se ha dado cuenta de que la diversidad tiene cabida en sus historias, por muy mal recibida que resulte a veces. Mientras calienta motores para la que ya es una de sus películas más polémicas, la compañía acaba de estrenar en Disney+ Peter Pan & Wendy, su nueva versión de acción real del clásico de animación que llegó a los cines en 1953.
Dirigida por el aclamado David Lowery (El caballero verde, A Ghost Story), la película nos vuelve a reunir con nuestra querida Wendy (Ever Anderson), una joven a la que le da miedo abandonar su hogar y su infancia. Prefiere quedarse junto a sus hermanos y acudir a las canciones de su madre cuando no logra conciliar el sueño.
Pronto conoce a Peter Pan (Alexander Molony), un niño que se niega a crecer y que sospechosamente se parece al mismo personaje que aparece en los cuentos que lee cada noche. Junto a él, sus hermanos y Campanilla (Yara Shahidi), un hada diminuta, viajará con Peter al mundo mágico de Nunca Jamás. Allí se conocerá a un malvado pirata, el Capitán Garfio (Jude Law), embarcándose en una emocionante y peligrosa aventura que cambiará su vida para siempre.
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Una vez llegados hasta aquí, todo parecerá prácticamente idéntico al largometraje original, y los espectadores quedarán ensimismados, presas de la nostalgia que desprende cada rincón de la pantalla -un mínimo requisito que se le puede pedir a cualquier remake de un clásico-.
Poco a poco, atraparán al vuelo los guiños al relato original y casi sin darse cuenta aterrizarán en la verde hierba de Nunca Jamás -que se recreó en las Islas Faroe-, un lugar de ensueño escogido a conciencia por Lowery y que se combina a la perfección con su propio y tan personal estilo creativo para cautivar al espectador.
Esta crítica no contiene spoilers y se ha escrito tras verla película facilitada por Disney+.
Desde allí comienza realmente a contar un cuento que ya conocemos, pero que todos querremos volver a escuchar, porque quizá logre a quedarse con nosotros cuando lleguen los créditos finales.
Aunque pueda resultar todo un reto innovar o sorprender con un material original tan emblemático para los fans de Disney, David Lowery lo ha asumido sin temor alguno, sabiendo en todo momento a qué se enfrentaba y aprovechando un altavoz como Disney para lanzar un mensaje muy importante: que todos los niños y niñas tienen cabida en las historias y crecer viéndose reflejados en pantalla.
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Y lo hace con una película que pasará algo más desapercibida que La sirenita, pero que sigue representando una realidad que ha existido siempre a través de una historia de magia y fantasía. Y todo ello a través de unos recursos estilísticos y narrativos que aportan un valor extra, especialmente algunos tales como el sello cromático tan magnético como el del director de El caballero verde y A Ghost Story.
En primer lugar, se empieza por reconocer el papel protagonista del personaje de Wendy, una niña que aparece en escena las mismas veces que Peter Pan y a la que por fin se identifica como dueña de su propia historia, desde el propio título que le da nombre a la película.
Wendy se ha dado cuenta de lo que implica crecer y hacerse adulta en el siglo XIX, una época en la que las mujeres que tenían suerte tendrían que estudiar para después casarse y tener hijos, en lugar de seguir viajando a mundos de fantasía y jugar con sus hermanos pequeños, que es lo que quiere en realidad.
A través de la perspectiva de Wendy, David Lowery ha sabido actualizar el clásico, complementando su visión de la historia con la de Peter Pan (al que interpreta el carismático Alexander Molony) y creando un trasfondo personal para cada uno de ellos, que servirá para añadirle incluso más valor a esta renovada versión.
Ambos forman el tándem ideal para contar esta historia y nos crearán la necesidad de volver a la niñez, una época en la que apenas hace falta un poco de imaginación para vivir mil y una aventuras.
Además del dúo protagonista, el personaje que más destaca es el del Capitán Garfio, que ya era uno de los principales reclamos del largometraje. De hecho, es él -y su conexión con el protagonista- lo que acaba de perfilar la película a todos los niveles, y esto se debe a la interpretación de Jude Law, que como siempre ha vuelto a entregarse en este papel, esta vez como el gran villano del cuento.
Salvándose de la maldición de otros remakes de acción real de Disney, David Lowery se entrega a una reinvención del cuento de Peter Pan propia de la era actual y fiel a su visión artística. Sabiendo que era él quien estaba detrás de la película y que Jude Law interpretaría a Garfio, sólo hacían falta unos pocos polvos mágicos -y un joven reparto lleno de talento- para que todo saliera bien. Y así ha sido.
A favor y en contra
Te gustará si:
- Quieres ver otra versión diferente del cuento.
- Buscas una película entretenida y para todos los públicos.
- Disfrutaste cuando viste por primera vez 'Peter Pan' (1953).
No te gustará si:
- Ya te han cansado los remakes de acción real de Disney y buscas historias nuevas.
Nota: 3/5