Jeb Pyre, el detective interpretado por Andrew Garfield en Por mandato del cielo, dice que en su ciudad, Utah, nadie cierra la puerta con llave. Acostumbrado a resolver casos sencillos, su vida no volverá a ser la misma después de responder la llamada por el asesinato de Brenda Lafferty.
David Mackenzie, director del primer episodio de la esperada miniserie que nos trae Disney+, nos ahorra ver los cuerpos apuñalados y degollados de Brenda y su bebé, asesinados de forma ritualista por un grupo de miembros extremistas de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Iglesia SUD en español, LDS en sus siglas en inglés), más conocida como mormona. Los restos de sangre por el suelo y las paredes y los gestos conmocionados de Pyre y sus compañeros mientras repasan la escena del crimen completan, sin embargo, la imagen del atroz crimen de forma elocuente.
En sus siete episodios, la serie basada en el libro de no ficción de Jon Krakauer y adaptada por Dustin Lance Black (ambos exmiembros de la fe mormona), sigue la investigación de Pyre, intercalada con el pasado de los Lafferty y la historia del mormonismo; una religión fundada en 1830 por Joseph Smith, con unos orígenes sórdidos que han sido guardados en un cajón por la institución. Pocos de sus miembros conocen esos capítulos del pasado, nadie habla de ellos y no se atreverían a preguntar, porque sería considerado una ofensa grave.
Quizá un exceso de ese contexto histórico a través de recreaciones es el único lastre de esta serie que en todos los otros sentidos es realmente excepcional. Daisy Edgar-Jones interpreta de forma evocadora a Brenda, una joven creyente con ambiciones profesionales, y cierta conciencia del feminismo sin poseer marco académico, que de entrada choca con la cultura patriarcal extrema de los Lafferty, considerados por algunos como los Kennedy de Utah.
La serie no está planteada como un whodunit, y aunque no conozcamos el caso real, pronto sabremos quiénes son los responsables del atroz asesinato. Lo que iremos descubriendo durante el proceso es cómo fueron pervirtiendo los preceptos de la fe hasta cometer este crimen (y otros tantos que perpetraron en su camino) y en nombre de qué decidieron convertirla en la moraleja de su cuento de terror.
De la misma forma, y como uno de sus focos principales, seremos testigos de cómo se pone a prueba todo aquello en lo que cree Pyre, que llegará a cuestionarse la fe con la que está criando a sus propias hijas, mientras se ve obligado a negociar con la idea de que, a pesar de que es mejor hombre y persona que otros en su congregación, también se beneficia de las estructuras patriarcales del mormonismo. Un viaje que le ocasionará problemas en su hogar y con los líderes de la iglesia, que esperan su lealtad, mientras demuestran por enésima vez que están más interesados en proteger la reputación de la iglesia que a las personas de su congregación.
A pesar de que los saltos temporales (tan sobreexplotados por la ficción televisiva en los últimos años) no siempre reman a su favor, las interpretaciones de Garfield, Edgar-Jones, y toda la familia Lafferty, especialmente, Sam Worthington Wyatt Russell y Billy Howle hacen que el camino compense y podamos pasar por alto esas colinas cuando se hacen cuesta arriba.
También merece ser destacada la actuación de Gil Birmingham, en el papel del compañero de Pyre, que aporta un punto de vista externo en la investigación y ejerce de avatar del espectador. Estos trabajos interpretativos sumados a una realización impecable y un atmosférico montaje completan un fascinante relato sobre la exploración de la fe, los roles de género en instituciones patriarcales y la perversión de los mensajes religiosos fundamentalistas. Por mandato del cielo puede no ser un rayo de luz si estamos buscando una serie para evadirnos, pero es una de las imprescindibles de 2021.
'Por mandato del cielo' está disponible en Disney+.
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