Teniendo en cuenta el éxito que tuvo Gladiator cuando se estrenó hace más de veinte años, era cuestión de tiempo que en Hollywood se empezara a hablar de una secuela. De hecho, esta conversación ha estado en el aire durante todo este tiempo y hubo varias ideas que se llegaron a plantear antes de que le dieran luz verde a la secuela que se estrena en noviembre.
La Gladiator original y tributo de Ridley Scott a la Antigua Roma no solo nos trajo de vuelta un género que no sabíamos que echábamos de menos, sino que además funcionó como una experiencia cinematográfica fascinante.
En ella nos situamos en el año 180, cuando el Imperio Romano dominaba todo el mundo conocido. Tras una gran victoria sobre los bárbaros del norte, el anciano emperador Marco Aurelio (Richard Harris) decide transferir el poder a Máximo (Russell Crowe), bravo general de sus ejércitos y hombre de inquebrantable lealtad al imperio. Pero su hijo Cómodo (Joaquin Phoenix), que aspiraba al trono, no lo acepta y trata de asesinar a Máximo.
Traicionado por Cómodo, Máximo es despojado de su legado y obligado a convertirse en esclavo. Sin embargo, después de ascender en los combates de gladiadores del Coliseo, derrota a Cómodo en un duelo y logra vengar el asesinato de su familia. Un desenlace bastante cerrado para una de las mejores películas de Ridley Scott. Pero siempre se puede plantear una secuela que trate de replicar el éxito.
Antes de que Scott se animase a rodar la secuela, hubo otros nombres asociados al regreso, incluidos los guionistas de la película original, David Franzoni y John Logan. Sin embargo, hubo uno de los proyectos que empezó a circular a mediados de la década de los 2000 y que desarrollaba una idea bastante alocada. Y la persona más importante a bordo era el mismísimo compositor Nick Cave -que ya había escrito el western La propuesta-.
Resulta que tanto la religión como el lado más oscuro de la psique humana son elementos comunes en las composiciones musicales de Cave junto con la fascinación por la muerte. Y también el cristianismo, algo que está relacionado con el Imperio Romano, por ser una de las claves de la caída del mismo.
Por eso mismo, Cave decidió escribir una secuela de Gladiator que girase en torno a esto mismo, adoptando una perspectiva que sin duda se alejaba de lo que se había visto en el filme de Ridley Scott. También optó por centrarse en el lado mitológico de la Antigua Roma.
Si a eso le sumamos que la historia giraba en torno al purgatorio, la resurrección y una guerra entre los dioses antiguos y los nuevos, el resultado es una película completamente desconectada de lo anterior. Y un largometraje al que no se le puede llamar secuela. Por esto mismo, la idea terminó siendo rechazada.
Así es 'Gladiator 2'
Escrita por David Scarpa a partir de una historia que creó con Peter Craig, la secuela de Gladiator está dirigida por Ridley Scott y se desarrolla años después de la película original. Años después de presenciar la muerte del admirado héroe Máximo a manos de su tío, Lucio (Paul Mescal) se ve forzado a entrar en el Coliseo tras ser testigo de la conquista de su hogar por parte de los tiránicos emperadores que dirigen Roma con puño de hierro.
Con un corazón desbordante de furia y el futuro del imperio en juego, Lucio debe rememorar su pasado en busca de la fuerza y el honor que devuelvan al pueblo la gloria perdida de Roma.
Junto a ellos Mescal, el reparto del largometraje -que se estrena en cines el 22 de noviembre- lo completan Pedro Pascal, Denzel Washington, Connie Nielsen, Joseph Quinn y Fred Hechinger.
Douglas Wick, Scott, Lucy Fisher, Michael Pruss y David Franzoni son los productores de la película, mientras que Walter Parkes, Laurie MacDonald, Raymond Kirk y Aidan Elliott ejercen como productores ejecutivos.